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Argentino
de 68
años - hasta el momento, año 2008.
Se dedicó al teatro, aunque apenas recuerda cuándo lo hizo; fue
después de haberse salvado de la colimba, atraído por el todavía
sobreviviente espíritu del romántico teatro independiente.
Pero
tiene conciencia exacta de por qué, cuando apenas superaba el
primer lustro de vida, pasó a llamárselo Bocha. Una tía le
puso el apodo, que enseguida adoptó toda la familia, incluso el padre,
como si él no hubiera sido el responsable de llevarlo a la
peluquería y dejar que lo pelaran.
Se
casó con
una única mujer
hace 38
años, fue padre de una única hija hace 31,
y
dejó su San Isidro casi natal para mudarse a San Telmo,
donde vive desde hace mucho.
Participó
del Teatro Abierto mítico, el del 81,
y fue el director de una Escuela Municipal de Arte Dramático que
también entró en la leyenda. Trabajó casi 10
años en el San Martín y se muestra muy orgulloso de haber
estrenado casi todas las obras teatro que ha escrito, que no son pocas,
casi 20.
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