|
|
MBOÍ (Viene silbando, trae una canasta.) Permiso. AGUARÁ Vaya deteniendo el paso y sacando el monedero; aquí viene el recaudador del impuesto caminero. MBOÍ Como dijo don Carmelo, me quieren tomar el pelo. ¿Qué es esta novedad del impuesto caminero? AGUARÁ Todo bicho que camina me va a tener que pagar por usar este sendero. MBOÍ Pero yo no camino me arrastro, así que estoy exceptuada. AGUARÁ Aquí no se exceptúa a nadie, ni por número bajo. Todo bicho que camina, que nada, que se arrastra o vuela tiene que darme algo pa poner entre las muelas MBOÍ Pero yo no tengo nada; déjeme pasar, (Entonando.) Y por favor no me pise la viborita. AGUARÁ A ver, ¿qué lleva en esa canasta? MBOÍ Nada, llevo una flor nomás. (Saca una flor.) AGUARÁ Cada vez que dicen flor, engrano como un idiota; canto contra flor al resto, aunque no tengo ni jota. MBOÍ Había sido truquero viejo el Aguará. AGUARÁ A ver, muéstreme el fondo. MBOÍ En el fondo soy buena. AGUARÁ Sí, buena mandarina. (Saca unas mandarinas de la canasta.) MBOÍ Son mandarinas para llevarle a mi pobre abuelita que vive del otro lado de la selva y está muy enferma. Pobre abuelita... (Solloza.) AGUARÁ Me parece que se equivocó de cuento. Esto no es Caperucita. MBOÍ Ah, ¿no? ¿Y que cuento es? AGUARÁ El cuento del tío. Bueno, basta de conversación y pasemos a la re-cau-da-ción. MBOÍ Y, dígame una cosa, ¿desde cuándo se encarga usted de recaudar impuestos? AGUARÁ Desde que me nombraron general de la división impuestos. Pero para no exagerar con lo de la división, el impuesto me lo guardo yo. MBOÍ ¿Y se puede saber para qué se usa este impuesto? AGUARÁ Cha que había sido preguntona, doña Mboí. El impuesto se usa para proteger los caminos y cuidar que nadie se haga el vivo y ande robando por ahí. MBOÍ Aaaaaahhhh, menos mal. Estamos salvados. AGUARÁ Bueno, usted me está dando mucha lata. MBOÍ No, si le di unas mandarinas nomás. AGUARÁ No crea que va a arreglar con unas mandarinas. MBOÍ Como dijo doña Marta, éste ya me tiene harta. Y digo yo, ¿usted está en estado físico para cumplir con sus obligaciones? AGUARÁ La verdad es que últimamente ando un poco cansado. MBOÍ Mire, le voy a enseñar unos ejercicios. Como ciudadana, además de pagar mis impuestos, tengo que velar por usted. AGUARÁ ¿No le parece muy pronto para empezar a velarme? Tengo mis añitos pero no es para tanto. MBOÍ Lo noto un poco desmejorado. Estos ejercicios le van a hacer bien. Brazos a los costados, piernas abiertas, respire hondo, un dos, un dos, más abiertas las piernas, arriba los brazos, un dos, un dos (de pronto se apresura y pasa entre las piernas de Aguará, que por unos instantes no advierte lo sucedido y sigue haciendo ejercicios. Súbitamente se sobresalta y toma conciencia.) AGUARÁ Eh, ¿qué hace? ¡Venga para acá! ¡Insolente, desobediente, flaca, escarbadiente! MBOÍ (Le hace pito catalán mientras se aleja) ¡ Como dijo ña Manuela, andá a robarle a tu abuela! (Sale.)
Fin del fragmento de Oiga chamigo, aguará. Para conocer el resto del texto solicitarlo a la autora por mail Este texto está publicado en Ediciones Colihue.
|
|
E-mail: Abasch@argentores.org.ar Espacio cedido por ARGENTORES |