Sobre "LOS ASESINOS"


Medina fue uno de los pocos autores argentinos que durante los oscuros años del "proceso de reorganización nacional" (1976-1983) pudo realizar una producción literaria importante a pesar de las limitaciones existentes. Sus novelas El Duke (1976), Perros de la noche (1978), Las muecas del miedo (1981), Con el trapo en la boca (1983) muestran el panorama horroroso de la degradación espiritual y la corrupción moral que tiñó la vida de todos los argentinos, aún de quienes se mantuvieron al margen de lo sucedido.

Las historias de "Los asesinos" son viñetas de esa realidad. Narradas esencialmente desde la perspectiva de un fluir de la conciencia individual, ellas retratan tanto a los inocentes como a los cínicos, confrontando los estilos de vida de entonces en los que la supervivencia se basaba en el desinterés por los demás y en el absoluto silencio al atropello de todos los valores éticos y morales. La decencia llega a ser una desviación aberrante y la "moral de la mayoría"determina que todo lo que perturbe es resaca obscena y pornográfica y merece el castigo corporal. Esto es confirmado por Medina en su narrativa, como uno de los rasgos que caracterizan a la Argentina de ese tiempo.

El relato que da título al libro es particularmente ilustrativo al respecto. Es un excelente ejemplo de ficción que alguien puede suponer una exageración poco ingeniosa. Pero existen documentos que evidencian que la anécdota que desarrolla Medina es real. El monólogo interior de una bailarina de strip-tease y prostituta , que se ha convertido en esposa de un torturador de los organismos oficiales, muestra una franca confesión de la mujer acerca de su degradante condición humana y, al mismo tiempo, un desesperado intento por ignorar su entorno y superarlo. Ella, incapacitada para tener hijos, le había insistido a su marido para que se apropiara de algún bebé nacido en cautiverio, cuyos padres, prisioneros políticos, habrían de morir en la tortura.

Las contradicciones no resueltas de esta mujer, por una parte prostituta despreciable, y por la otra madre amantísima a punto del arrepentimiento, define el dilema moral de la Argentina, que Enrique Medina describe en su ficción.

David William Foster, ARIZONA STATE UNIVERSITY


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