Sobre "CON EL TRAPO EN LA BOCA"

Este libro debe recomendarse, en primer lugar, por el talento del autor que surge, en esta ocasión, a través del carácter de un personaje femenino –un ejercicio casi bizarro para un escritor hombre, en especial cuando descubre los intrincados conflictos de Soledad (el mismo nombre Soledad es alegórico)- y su capacidad, su fuerza para crear personajes atormentados. En segundo lugar porque el libro pinta una clase de adolescentes que "el proceso", en cierto modo, ha contribuido a plasmar. Es el retrato de una muchacha del proceso.

BUENOS AIRES HERALD, Buenos Aires, 6-XI-1983

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