Verde Wisteria, Wisteria, no estés triste.

Wisteria Es que me acusan injustamente, me van a condenar a muerte.

Azul No, Wisteria, no lo vamos a permitir.

Wisteria ¿Y qué podemos a hacer? Nosotras somos brujas buenas, podemos transformar ratones en caballos, calabazas en carrozas...

Azul Como en la cenicienta, qué lindo...

Wisteria Sí, pero no sabemos hacer llover.

Verde Wisteria, el Hada Protectora de Brujas en Peligro nos enseñó una danza de la lluvia.

Azul Una danza relinda es.

Verde Vamos, Wisteria. Es muy fácil: escuchá.

Interpretan coreográficamente la canción Agua, agüita, en una clara invocación para que llueva.

Agua, agüita,

un gran trueno que haga ruido

Que se alboroten los nidos

Y nos tiemblen los oídos.

Agua, agüita,

una lluvia de embeleso

Que nos refresque los besos

Y nos moje hasta los huesos.

Agua, agüita,

un chaparrón sorprendente

Que haga brotar las simientes

Y ponga alegre a la gente.

Agua, agüita,

el diluvio tan ansiado

Para que vivan los prados

Y se mojen los pescados.

A medida que avanza la canción van apareciendo truenos, relámpagos, la lluvia se prepara con todas las ganas y las brujitas están muy felices y entusiasmadas.

Cuando termina la canción y está a punto de desatarse la tormenta, aparece en la semi penumbra un personaje vestido de negro, con capucha, que hace como un pase mágico, un gesto ampuloso, ante el cual se detiene la tormenta. El personaje ríe estruendosa y malvadamente al ver el éxito de su acción.

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