| Alcestes de: Eurípides
Personajes
PRIMER ACTO LA ACCION SE DESARROLLA EN UN ESPACIO TOTALMENTE VACIO, PREFERENTEMENTE VESTIDO CON CÁMARA NEGRA, PROCURANDO IMPRIMIR A LA ESCENA LA SENSACIÓN DE UN LUGAR INDEFINIDO, NO SÓLO EN EL TIEMPO SINO QUE TAMBIÉN EN EL ESPACIO. UNA DÉBIL ILUMINACIÓN CREA UN CLIMA LÁNGUIDO, DESFALLECIDO. TODOS LOS PERSONAJES VISTEN UNA MALLA IDÉNTICA QUE SÓLO VARÍA CON ALGUNOS DETALLES QUE SE SOBREPONEN, A LOS EFECTOS DE IDENTIFICAR A CADA UNO. AL COMENZAR LA ACCIÓN ESTÁ EL CORO, COMPUESTO POR CUATRO PERSONAJES, QUE SOBREPONEN A SU MALLA UNA CAPA DE IGUAL COLOR. (MUSICA ELECTRÓNICA, DISONANTE) CORO: ¡Bien sabido lo tiene el hombre… el justo, el honrado nació para engrosar el bien ajeno! … El rey, Euristeo, busca su ganancia y su antojo. ¿La ciudad?… ¡qué le importa! Comercio y ganancia es su interés. Quiere dar la muerte a Admeto y a su amada esposa Helena por resistirse éstos a su perversión envilecida. Pudieron escapar de sus manos pero envió a sus heraldos que al fin lograron atrapar a Helena. ¡Oh, Démeter, oh amparo de la tierra de Eleusis… dad buenos augurios! … Admeto está rogando a favor de su amada esposa Helena. ¡Veo venir a La Muerte!… ¡Es ella!… la que está al servicio de Euristeo y de los dioses del Averno y tiene la misión de enviar allá a quienes osan pensar distinto … (PAUSA) ¡Llegará el día en que ella misma ha de morir! MUERTE: (INGRESA LENTAMENTE: SOBRE SU MALLA, TRAE DETALLES DE UNA VESTIMENTA MILITAR. DE PRONTO VE A ADMETO) ¡Ah, Admeto!… ¿Qué haces frente a la cárcel?… ¿Por qué rondas por aquí?… Obras injustamente si intentas anular los fueros de los dioses del Averno. (ENTRA “ADMETO”, CON DETALLES SOBRE SU MALLA QUE LO IDENTIFICAN COMO UN HOMBRE COMÚN. TRAE UNA ESPADA) ADMETO: La Justicia y las buenas razones me apoyan. MUERTE: ¿Para qué esas armas entonces si tienes el Derecho? ADMETO: ¿Quién protege a la Justicia… si es atacada por la Muerte?… MUERTE: (SONRÍE) ¿Te eriges como su protector? ADMETO: ¡Sobre mí gravitan las penas de mi querida esposa! MUERTE: ¿Piensas privarme de quien merecidamente está en prisión? ADMETO: ¿Mi hijo por nacer, también merece estarlo? MUERTE: Quizás entonces permanecerá vivo y no irá a la región infernal. ADMETO: (EEXASPERADO) ¡Lárgate!… ¿Quién podría hacerte razonar? MUERTE: ¿Y cómo no matar, si ése es mi oficio? ADMETO: ¿Por qué no retardar la muerte a los que han de morir? MUERTE: Oigo tu palabra y adivino tu intención. ADMETO: ¿No podría Helena, mi amada esposa llegar a la vejez? MUERTE: (TERMINANTE) ¡No! ¡También yo amo a la justicia… aunque no es la tuya! ¡Y cumplo “sin pensar”… con mis quehaceres! ADMETO: ¿Una vida te bastará… o tomarás también la de mi hijo por nacer? MUERTE: (SONRÍE) ¡La muerte de “los jóvenes”… es mi mejor ganancia! ADMETO: ¿Sólo por pensar… no puede morir vieja mi esposa? MUERTE: Esa ley, oh Febo, es sólo para los ricos. ¡Los que pueden pagarlo, morirán viejos! ADMETO: ¿Entonces no me concedes esa gracia? MUERTE: Muy que no… ¿no conoces mi modo? ADMETO: Duro y cruel como eres…algún día serás vencido. Ha de venir un hombre de la tierra de Feres… y por la fuerza habrá de arrebatarte al menos a mi hijo por nacer. ¡Y tendrás que doblegarte!… y mi odio seguirá contra ti. (SE VA) MUERTE: (SONRÍE) ¡Habla, habla Admeto cuanto quieras…que no lograrás ventaja! Tu esposa Helena tiene que bajar al Hades. Ella misma ofrendó su vida al intentar enfrentar a nuestro rey Euristeo… y los designios de los dioses… y con eso quedó hecha suya. (SE ALEJA)
(INGRESAN LENTAMENTE CINCO PERSONAJES, INCLUIDOS LA MUERTE Y ADMETO, SOBREPONEN A SUS VESTIMENTAS UNA CAPA DE IDÉNTICO COLOR Y UNA MÁSCARA: COMPONEN EL CORO) CORIFEO: ¿No hay ruido frente a la casa de Admeto? ¿Hay algún amigo cerca? ¿Qué hacer? … ¿Llorar la muerte de la mujer de Admeto, o si está viva ver la luz de sus ojos? … CORO: ¡Oh, Helena!… ¿Dónde puede haber una esposa como ella lo ha sido para su esposo? (TODOS HACEN SILENCIO: OBSERVAN, ESCUCHAN)
(SE ESCUCHAN LAMENTOS: SUAVES Y LEJANOS, COMO EN UNA LETANÍA Y SUAVES GOLPETEOS DE MANOS)
1 SEM: (SEMICORO 1: COMPONENTE DEL CORO) Ante las puertas veo las fuentes que manda el rito para la purificación de las manos. También hay en la entrada una cabellera cortada, como es normal hacer cuando alguien muere. 3 SEM: Y se oye en el interior el golpeteo de las manos femeninas. 4 SEM: Y aún así es el día supremo. 2 SEM: ¿Qué dijiste? 4 SEM: ¡Fue la hora necesaria para bajar bajo tierra! CORO: (CON ESTUPOR) ¡Helena está Muerta entonces!… 1 SEM: ¿Pero qué habrá sido de su hijo que en su seno llevó y con dolor le dio la vida? 2 SEM: ¿Muerto también? 1 SEM: ¡Ah… que me hieres el alma! ¡Que me turbas la mente! CORO: No hay en el mundo lugar ninguno adonde enviar una nave para hallar liberación de la vida de la infortunada. … ¡Es inminente el destino incontrastable! … (PAUSA) ¿Y la vida de su hijo? ¿A qué altar de los dioses donde se inmolan las víctimas… yo pudiera guiar mis pasos para saber de él al menos? 3 SEM: ¡Uno habría, si aún hubiera luz en los ojos del niño! Y es el de hijo Febo… ¡él podría hacerlo salvar del recinto de las tinieblas! 4 SEM: Él, aún muertos resucitaba… antes que el dardo encendido del cielo los hubiera atravesado. 2 SEM: ¿Pero ahora… qué esperanza de la vida del niño puedo abrigar? CORO: Cumplido todo quedó… ¡sobre las aras de todos los dioses están chorreando sangre las víctimas! ¡No hay remedio para el infortunio!
(APARECE UNA MUJER, VESTIDA CON LA MALLA Y DETALLES SOBRE ELLA DE PERSONA CORRIENTE. LLEGA LLORANDO)
CORIFEO: Alguien sale de la casa bañando en lágrimas… ¿qué desdicha voy a oír? Tiene razón de llorar quien estima a los amigos y desea compartir su suerte… (A LA MUJER) ¿Alienta aún Helena… o acaso fue muerta? AMIGA: Ya está dispuesto el atavío con que ha de inhumarse. CORIFEO: Entonces… ¡su muerte está consumada! ¿Qué suerte tuvo su hijo por nacer? AMIGA: Se le arrancó una niña de su cuerpo, cuyo destino se ignora. CORO: ¡Ah, infeliz Helena! Siendo como fuiste: hermosa, inteligente, perseverante con tus ideas… ¡la gran fortuna que hemos perdido! CORIFEO: (GRANDILOCUENTE) ¡Ha de morir gloriosa… la mejor mujer que en mucho conoció la tierra! … AMIGA: ¿Habrá quién lo contradiga? … ¿Qué mejor muestra de amor pudo dar a su esposo y a nosotros, que el luchar contra el déspota y corrupto rey de Tebas, Euristeo? … Y eso ya lo propala la ciudad entera. Su entereza pudo más que quienes la mataron: no dio una sola lágrima, no exhaló ni un gemido… el mal cercano no alteró su semblante. CORIFEO: Duros males soporta Admeto por ser forzado a perder una mujer tan llena de méritos. ¿Has dicho que nada se sabe de la niña recién nacida? AMIGA: (NIEGA EN SILENCIO, CON GESTO GRAVE) ¡Admeto nunca habrá de ver ese rayo de sol que germinó en el cuerpo de Helena! CORIFEO: ¿Qué fue de la niña? AMIGA: No salió de la prisión. CORIFEO: ¡Oh, Zeus! ¿Qué evasiva habría para que Admeto pudiese salir de estos males?… CRIADA: Voy a entrar a dar cuenta de que estás aquí. No todos son tan bien dispuestos con sus amigos, que a la hora del infortunio quieran hallarse presente. (SE RETIRA JUNTO CON EL SEMICORO 4) CORO: ¿Qué modo existe para liberar la desgracia que abruma a Admeto? (PAUSA) 3 SEM: He de cortar mis cabellos y ya he de vestir la negra ropa de luto. 1 SEM. Roguemos a los dioses. 2 SEM: Y al poder de la justicia… ¡que es lo máximo! CORO: ¡Príncipe salvador! ¡¡Dios de la Justicia!!… Halla algún recurso para los infortunios de Admeto! ¡Sé el liberador que rescate a su hija de la prisión! ¡Pon un dique al asesino de Helena! 2 SEM: ¡Qué grave dolor sufres al perder a tu esposa y a tu hija! 1 SEM: ¡A tu esposa tan amada por cierto, hoy has de mirar difunta ante tus ojos! 3 SEM: ¡Y de tu hija tan esperada y fruto del amor con Helena… nada sabrás!
(INGRESA ADMETO CON HELENA EN SUS BRAZOS: LA DEPOSITA SOBRE UN RECEPTÁCULO)
CORO: ¡Tierra de Feres clama! ¡¡Tierra de Feres solloza por esta mujer bravía defendiendo sus anhelos e ideas!! ¡Abatida y deshecha por los intereses a quienes molestaba… y arrebatada a las honduras del Hades! CORIFEO: ¡Admeto… al perder esta esposa amante y valiente… y a su hija recién nacida… mudará para siempre su existencia… en una vida sin vida! (TODOS OBSERVAN ABSORTOS) ADMETO: ¡Oh sol… fulgor del día, nubes que en el cielo corréis vagabundas! Me ven sumergido en el dolor, sin haber hecho nada contra los dioses que mereciera tal cosa. (ABATIDO) ¡Retorna a mí, infortunada: no me abandones… invoca a los potentes dioses! (PAUSA) Digna de lástima para los que te aman… y eterno dolor para mí que pierdo a mi amada esposa ¡y a mi tan esperada hija Alcestes! … La noche ya ennegreció tus ojos con sus tinieblas… ¡ya no hay esposa para mí, ni hay madre para Alcestes! ¡Por los Dioses… me la quitaron! (PAUSA) ¿Y esa niña que queda huérfana y quién sabe en qué manos? … ¿Qué hago… sino puedo regresar a mi tierra?… En manos del déspota Euristeo está encerrada la vida y la justicia, la vida y la muerte. (QUEDA PARALIZADO DEL DOLOR) CORIFEO: Yo también, amigo, habré de soportar ese doliente tormento. ADMETO: ¿He de quedarme solitario… y en comarcas apartadas? CORIFEO: El tiempo ha de aplacar tu dolor, Admeto … el que murió ya no existe. ADMETO: ¿Qué haré sin mi amada esposa? CORIFEO: Tienes un deber en la vida… ¡deberás encontrar a tu hija Alcestes! CORO: (TRAS UN SILENCIO) ¡Ay suerte cruel! Helena ha bajado a la tierra, ya no existe bajo la luz del sol. Alcestes, tan niña quedó sola en la vida, privada de su madre. Y tú Admeto, no llegaste a su lado a la feliz vejez. CORIFEO: Es fuerza soportar esta desdicha. Ni eres tú el primero ni el último de los mortales que queda privado de una noble esposa. ADMETO: (SOBREPONIÉNDOSE) Bien sabido lo tengo. ¡No en la ciudad resuenen por doce lunaciones las flautas y las liras! ¡Todo honor merece quien murió luchando por sus creencias! (SE VA) CORO: ¡Oh, Helena, que la dicha te siga allá en las mansiones del Hades que no visita el sol! ¡En mucho y con mucho fuiste la mujer más noble y buena que jamás surcó las ondas del lago de Aqueronte!… ¡Tal asunto glorioso dejará tu muerte para las melodías de los cantores!
(MÚSICA Y SUAVES GOLPETEOS DE MANOS, QUE AUMENTAN LENTAMENTE, SOBREPONIÉNDOSE A LA MÚSICA)
CORO: (RESUENA) No olvides Admeto que tienes un deber en la vida… ¡deberás encontrar a tu hija Alcestes!
(SE OYEN ÚNICAMENTE LOS GOLPETEOS DE MANOS)
apagón
SEGUNDO CUADRO
EL MISMO ESPACIO. UN CARTEL INFORMA: VEINTE AÑOS DESPUÉS. INGRESA EL CORO COMPUESTO POR CUATRO PERSONAJES.
CORO: ¡Ay de mí, suerte cruel! Mi hija ha sido usurpada, mi esposa ya no existe bajo el sol. ¡Oh Seuz, óyeme! ¡Quedé solo en la vida, privado de Alcestes, mi hija tan esperada! … Lo que me dieron los dioses, ¡el rey Euristeo me lo quitó! … ¿Dónde… dónde hallar a la que hoy será la joven Alcestes? Yo vería con gozo que sus días pasaran felices ante mí.
(CON PASO CASINO INGRESA ADMETO) CORIFEO: Estoy viendo a Admeto, que con envejecido andar por la vida sobrevive a la muerte de su esposa y a la desaparición de su hija. La esposa que ha perdido fue la más insigne y virtuosa… pero hay que soportar insufribles penas cuando se quita a un hijo de su seno. ADMETO: No quiso Helena que yo quedara como un padre sin hijo, no consintió en que yo consumiera mis años de viejo, privado de ti, querida Alcestes... y anegado en el dolor. ¿Habrá que creer acaso que soy nacido de sangre de esclavos para ser expuesto a esta ofensiva privación? … CORIFEO: ¡Basta Admeto! ¡Es suficiente la desgracia que sufrimos! ¡Cesa ya!… ¿a qué exasperar tu propio dolor? 1 SEM: (REFLEXIONES QUE SON LA CONCIENCIA DE ADMETO, SUS DUDAS QUE SE RECLAMA ASÍMISMO) Desvergonzadamente has delirado contra los estatutos del rey Euristeo… CORO: ¡Intentaste subvertirlos, Admeto! 2 SEM: ¡Has escapado a la muerte! CORO: ¡Pero Helena y Alcestes son las víctimas de tu osadía! CORIFEO: (LO DEFENSIVO DE SU CONCIENCIA) ¡No vilipendien a Admeto! ¡Basta ya! ADMETO: Deja que sigan hablando… yo también hablaré. 3 SEM: (INSISTE CON SUS CULPAS) Si por ti ellas no están, es que tuviste ocasión de errar. ADMETO: ¿Es malo acaso que el hombre luche por lo que cree? 1 SEM: Ya darás un día cuenta ante los dioses de tu osadía. ADMETO: Daré cuenta que no fui cobarde. 2 SEM: ¡Amada es esta luz que dan los dioses… y que quitaste a Helena y a Alcestes! ADMETO: ¡Alma mezquina la tuya!… no la tiene un ser pleno. 3 SEM: No has de reír porque perdiste a tu familia. ADMETO: Tú has de morir… ¡pero has de morir sin gloria! 3 SEM: ¿A mi qué la gloria… si estaré muerto? 2 SEM: Helena no fue impúdica porque siguió tus pasos… ¡fue loca! ADMETO: (REACCIONA, VIOLENTO, ENLOQUECIDO) ¡Fuera! ¡Fuera todos! (LOS ECHA) ¡Fuera estos fantasmas diabólicos! (LOS COMPONENTES DEL CORO SE RETIRAN, ESPANTADOS) CORO: (ANTES DE IRSE) ¡Ya darás un día cuenta a quienes te son allegados! (SALE EL CORO) ADMETO: ¡Váyanse en mala hora! ¡Vivid sin hijos! ¡Es lo que merecéis! ¡Envejeced sin haber intentado una sola vez batallar por tus sueños! … (QUEDA AGOBIADO)
CORO: (OFF. MÚSICA: CANTATA. COMO UN LAMENTO) ¡Ay, ay, ay… sufre por tus arrebatos de ira… alma noble! ... ¡Si hay en esta vida alguna distinción para los rectos… ¡tendrás entonces tu parte, Admeto!
HERACLES:(INGRESA, PUESTA SOBRE SU MALLA UN DETALLE SIMBÓLICO DE LA JUSTICIA. OBSERVA A ADMETO QUE YACE ATRIBULADO EN UN RINCÓN. TRATA DE INFUNDIRLE ÁNIMO) ¡Vaya, vaya! ¿Qué quiere decir esa mirada doliente?… ADMETO: (ALZA SU VISTA) ¿Qué deseas Heracles? HERACL: Vengo en tu ayuda ¿y me recibes con cara adusta? ADMETO: Estoy así por un duelo que no te interesa. HERACL: A todos los mortales les está decretada la muerte y no hay uno solo que pueda presagiar si vivirá mañana. ADMETO: (ABATIDO) Para el hombre en amarga disposición, la vida ya no es vida… sino desdicha perpetua. HERACL: Dime pues… ¿quién murió? ADMETO: ¡Peor aún!… ¡desde hace mucho tiempo sufro la pérdida de mi hija! HERACL: (SORPRENDIDO) ¿Qué no sabes acaso de ella? ADMETO: (NIEGA EN SILENCIO) HERACL: Presentí un hecho horrendo cuando miré tus ojos y tu aire triste. ¿Cómo se llama? ADMETO: Alcestes. HERACL: ¿Dónde supones que pudiera hallarla? ADMETO: ¡Esa es mi angustia! Hace veinte años, cuando Euristeo era rey de Tebas, mató a mi esposa y la raptó a ella. HERACL: (PIENSA EN VOZ ALTA) ¡Oh, corazón… brazo mío que tantas justicias has emprendido!… Ahora que está muerto el tirano Euristeo, ¡tenéis que demostrar lo que debe hacer la ley… y la conciencia del derecho! CORO: (SETENCIA) ¡La impunidad no es infinita! ADMETO: ¿Podrías lograr que Alcestes regrese a mi casa? HERACL: (TERMINANTE) ¡Tengo la obligación...es mi deber luchar por su regreso! … Comenzaré por ir a hablar con el rey Adrastro, hombre duro pero justo. También buscaré a La Muerte, mercenario que va vestido de negro … ¡y cierto que puedo hallarla! Me echaré sobre él y si logro encarcelarla en estos brazos, no habrá poder en el mundo que me pueda quitar la presa. Y él me entregará la suya… tu hija Alcestes, libre entre mis manos. ADMETO: (ASOMBRADO, ESPERANZADO) ¿Cierto que irás?… HERACLES: Ya mismo. Y con justa estrategia me echaré sobre La Muerte… ése es mi oficio. (SE VA) ADMETO: (QUEDA SOLO, PENSATIVO, EXPECTANTE) ¿Para qué dura suerte me dio la luz mi madre? ¡Dan envidia los muertos! … ¿Qué gozo puede darme ya la luz que miro? … ¡Nada hay que valga el precio del don que fui privado!
(INGRESA EL CORO) CORO: ¡Dentro, dentro… avanza el paso… llega a la intimidad de tu ser! Te domina el dolor: bien sabido lo tengo. … Si ya es duro y amargo no poder ver la cara de una esposa amada… ¡horrendo es saber de un hijo y no encontrarlo! ADMETO: Has dicho lo que mi pensamiento presagiaba… ¿qué mayor desgracia para un padre que perder una hija…ni conocerla siquiera? … Dichosos de aquéllos que no fueron padres. ¡Una vida tuvieron… por una sola vida sufren! CORO: Un padre al que le desaparece un hijo… ¿con qué serena resignación sufre esa pérdida? … ADMETO: El destino de mi mujer fue más feliz que el mío: es la convicción que tengo. Ya el dolor no puede llegar a ella y cesó la serie de penas múltiples. Pero yo no he podido evadir el arrastrar una vida de amarga pena. CORIFEO: ¡Valor entonces, Admeto! ¿Quién puede con sus lágrimas, restituir la vida a los que han muerto? ... CORO: ¡Nadie! ¡Si un dios no lo hace revivir! CORIFEO: ¿Quién puede con su dolor… regresar a los seres queridos desaparecidos? … CORO: (TERMINANTE) ¡¡Solo la lucha y la justicia!! … apagón
TERCER CUADRO
EL CORO EN SOLEDAD.
CORO: ¡Oh, Démeter, oh amparo de la tierra de Admeto... dame buenos augurios, dalos a la hija desaparecida Alcestes! ... A eso viene Heracles... a obtener el fruto que brotó del cuerpo de Helena. Un sentido humano lo mueve a hacer justicia... ¡la compasión para el anciano Admeto! 1 SEM: (1 SEMICORO)¡Rescata y trae a mi hija Alcestes! No la dejes en manos de fieras, que de ella se han apoderado como botín de guerra! 2 SEM: ¡Ve mis lágrimas rodar de mis viejas pupilas! ¡Ve mi carne marchita de anciano! 3 SEM: ¡No es piedad santa, sino amarga urgencia la que me fuerza a venir con la ley en mi fervorosa demanda de justicia! CORO: ¡Oh, rey Adrastro!... tú tienes la fuerza de la justicia para poner fin a mis desdichas. Permite que yo pueda estrechar en estos languidecidos brazos de anciano, el cuerpo de mi hija Alcestes.
(LLEGAN HERACLITO Y ADRASTRO. ÉSTE, CON DETALLE SOBRE SU MALLA DE SER UN REY) HERACL: Tú, rey Adrastro, el más valiente... haz justicia compadeciendo a Admeto. La vejez que encanece lo ha hallado sin su hija Alcestes. CORIFEO: También yo las palabras de Heracles digo y te suplico... ¡haz cumplir la justicia, Adrastro! 1 SEM: Te vengo a buscar como un juez, oh rey, para que ejerzas la justicia que le corresponde a Admeto como padre. CORO: Rey Adrastro, el más valiente de la Hélade, te ruego:... ¡ten piedad de mi hija! Ccn doliente compasión te imploro... que Alcestes recupere la verdad de su padre y su familia... ¡que no quede ella envuelta en la mentira de padres que no lo son! ... HERACL: (SOLEMNE, EXPONIENDO COMO FISCAL)¡Ahora que esta ciudad no está más gobernada por el tirano Euristeo... y es una ciudad libre... ni un momento dudo que harás justicia, auxiliando al doliente Admeto y haciendo recuperar su identidad a la joven Alcestes! ADRASTRO:(TRAS UN SILENCIO) Tienes razón, Heracles... ¡hoy es ésta una ciudad libre! El pueblo reina, los magistrados se van turnando cada año. Ya no hay más privilegios para ricos: ¡rico y pobre, tienen el mismo derecho. ... ¿Hay algo acaso, mejor que esa igualdad? ... ¿Qué hay peor para un pueblo que un tirano para quien la ley es letra muerta? ... Donde gobierna y dicta la doctrina el pueblo... ¡crece y goza la juventud radiante! HERACL: Comparto contigo tus ideas y es por eso que aquí estoy. Pero lamenta mi amigo Admeto no haber disfrutado el privilegio de ver crecer a su hija Alcestes... ¡ni siquiera conocerla! ADRAST: ¿Qué dijo la justicia en ese momento? HERACL: La justicia del tirano rey Euristeo... ¡sólo estaba para aumentar sus caudales! Y los hijos de quienes se oponían a su rapiña eran arrebatados con violencia, siendo entregados a los favorecidos del rey. ADRAST: Me has pedido que haga justicia compadeciendo a Admeto... ¿en qué consiste tu pedido? HEROCL: En que retorne Alcestes al origen de donde procede... que el padre pueda abrazar a la hija robada. Que nadie jamás en Grecia pueda decir que por tu ineficacia continúa violada la antigua ley de paternidad impuesta por los dioses. CORO: ¡Si salvas la antorcha de la Justicia... evitarás muchas maldiciones de los hombres!
LA MUERTE:(INGRESA REPLICANDO, FIRME) Sacar a Alcestes de sus padres... ¡¡jamás!! HERCL: (IGNORA A LA MUERTE) ¡Debes hacerlo, rey Adrastro!... Quienes la robaron siendo niña ¡no son sus padres! L.MUERT: (AMENZA A HERACLES) ¡Peligrará tu vida si lo intentas! HERACL: Otros y muchos peligros he sufrido. L.MUERT: Tú y tus amigos se entrometen en todo... (AMENAZANTE) ¡La lanza de los que nacieron de los dientes del dragón... habrá de domar tus ímpetus! ADRAST: (OBSERVA A AMBOS EN SILENCIO) HERACL: ¿De un dragón puede nacer la justa ley... o el miserable avasallamiento de los derechos? L.MUERT: (AMENAZANTE) ¡Sufriendo lo sabrás! ¿O te proclamas mejor juez que Zeus, pobre infeliz?... ¿No reconoces que los dioses con justicia aniquilaron a los malvados cuando gobernaba el rey Euristeo? CORO: (REPLICA) ¡Tú a nosotros nos insultas! ¡La Muerte no es digna! 1 SEM: ¡Malvado! HERACL: (AL CORO) Calla. No te me enticipes a hablar. No llegó para ti este mensajero de La Muerte… ¡vino sólo para mí! (A LA MUERTE) Irían los ríos de abajo para arriba si tuviéramos que obedecer tus órdenes. Y no soy yo el que provocó esta situación... Entregar los hijos a sus padres… es resguardar la fundamental institución de la comunidad griega... ¡la familia! Y que tu tirano rey intentó destruir. ¿Qué hay en todo este pedido que no esté bien hecho? ... Que retorne cada hijo al origen de donde procede... ¡vuelva el aliento al éter, vaya el hijo con su padre! LA MUERT: Con jactanciosas palabras quieres soliviantar la historia a tu antojo...¡para encubrir las faltas de quienes pretendían subvertir el estado del rey Euristeo! De ese modo se librarían ellos de merecida pena.... Pretendes embaucar a tu rey con falsos argumentos. HERACL: ¡Tú pusiste en debate la cuestión! Oye entonces... ¡se acabaron las leyes que sólo defendían los intereses de tu rey! ¡Hoy gobierna el derecho! LA MUERT: ¡Mientes… sólo lo dices para arrancar piedad de este pueblo! (SEÑALA A HERACLES) ¡Hombres que nada valían antes... logran hoy escalar la altura del poder con palabrería vana! ADRAST: (AL FIN REACCIONA: TERMINANTE REPLICA A LA MUERTE) ¡Sal de esta tierra! ¡Vete ya! LA MUERT: (ASOMBRADA) ¿Qué dices, rey Adrastro? ADRAST: ¡Que llevas tus vacuas frases contigo mismo!... ¡A nada nos conduces, más que a pretender perpetuar la maldad! ¡Sal de mi reino! CORO: (EN SILENCIO, ASEDIA A LA MUERTE: LA ALEJA) LA MUERT: (AL FIN, SALE EN SILENCIO) ADRAST: (MIRA HERACLES: PAUSA. SOLEMNE) ¡¡Hágase justicia!!... (SILENCIO)
(ESTALLA MÚSICA ELECTRÓNICA: FUERTE) (DECRECE LA MÚSICA, COMO FONDO)
CORO: ¡Alcestes!... la amarga y dura espera de vuestro padre terminó. 1 SEM: ¡Cuánto he sufrido yo! 2 SEM: ¡Mi ciudad no estuvo viendo mi desgracia! 3 SEM: ¡Hija perdida, a ti te busqué! CORO: ¡Mío, mío fue el dolor! 1 SEM: ¡Dejad que mis brazos te ciñan y en mi regazo te recline, Alcestes! 2 SEM: ¡Carga dulce de placer es recuperarte! 3 SEM: ¡¡Eres mi hija!! CORO: Pueblo de Grecia... mirad a Admeto que cobija entre sus brazos a la hija que la justicia rescató. ¡A vosotros os toca recordar! ... Muchas formas de obrar tienen los energúmenos… ¡pero la justicia produce hechos inauditos!… ¡Contad a vuestros hijos el hilo de estos hechos!... Que lo ocurrido se vaya transmitiendo de padres a hijos… ¡por generaciones incontables! ...
¡¡Que la memoria esté viva!!...
(MUSICA AUMENTA, MIENTRAS DESFALLECE LA LUZ)
apagón final
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