| |
P E R S O N A J E S
(por orden de aparición)
. José (Peceto)
. Eduardo (Flaco)
. Víctor (Barba)
. Juanca
CUADRO PRIMERO
LA ACCION SE DESARROLLA EN UN DEPARTAMENTO DE AMBIENTE UNICO, BASTANTE
DESCUIDADO: TRES CAMAS SIN HACER, ROPA TIRADA POR EL PISO. EN UN SECTOR HAY UNA
KICHINETT Y UNA CACEROLA EN EL FUEGO ECHA HUMO: ALGO HIERVE.
ADEMAS DEL LÓGICO PLACARD DE MAMPOSTERIA PERTENECIENTE AL DEPARTAMENTO HAY UN
GRAN ROPERO, INCOMODO PARA EL LUGAR PORQUE REDUCE LAS DIMENSIONES DE LA
HABITACION. TAMBIEN SE VEN DOS CRIQUES GRANDES Y ALGUNAS HERRAMIENTAS DE
MECANICA DE COCHES: LIMPIAS Y PROLIJAMENTE APILADAS, EN EVIDENTE DESUSO.
EN UNA DE LAS CAMAS ESTA TIRADO PECETO. DE UNOS 45 AÑOS, VESTIDO CON DESCUIDO
CON UN GRAN PANTALON ARRUGADO Y UNA MUSCULOSA MANCHADA. EL TELEVISOR, ENCENDIDO,
HACE RUIDOS EXTRAÑOS SORDOS, EN SEÑAL DE QUE ESTA DESCOMPUESTO. LA APARENTE
TRANQUILIDAD SE IRRUMPE CON EL GRITO EN OFF DE UNA MUJER MAYOR QUE LLAMA.
SEVERIANA:(OFF) ¡Eduardo! (PAUSA. INSISTE.) ¡Eduardo! ¿Me oye?
PECETO: (REPENTINAMENTE SE DESPIERTA, ATURDIDO. SE LEVANTA Y CORRE HACIA LA
VENTANA.) ¡No está Eduardo, doña Severiana!
SEVERIANA:(OFF) Lo llaman por teléfono.
PECETO: No llegó del trabajo. Dígale que deje el nombre. (PAUSA. SE VUELVE Y
PROTESTA) ¡Estaba señando con una mina que mataba! Siempre que sueño bien me
viene a hinchar al vieja ésta. (BOSTEZA, SE ESTIRA Y MIRA LA HORA: RECIEN TOMA
CONCIENCIA) ¡Uy, Dios!... ¿Las ocho de
la noche ya?... ¡Me dormí! (RAPIDO VA MIRAR LO QUE ESTA HIRVIENDO: AGREGA MAS
AGUA MIENTRAS PROTESTA) ¡Sino estuviera yo acá, estos dos záganos se morirían de
hambre! (LUEGO ACOMODA CON PRESTEZA LAS TRES CAMAS, QUE AUN ESTA DESARREGLADAS,
MIENTRAS SIGUE PROTESTANDO) ¡Nadie hace nada! ¡A éstos sí que si los dejo se los
comen las liendres! (SIGUE ACOMODANDO LAS CAMAS Y CANTA EN ACTITUD SERIA) ¡Che
Bartolo! ¡Batí si te has vuelto colo pa quererte disfrazar! ¡Bocanegra! ¡Decime
cuál es la suegra que a vos te puede aguantar! .. ¡Che Bartolo! (DEJA DE HACER,
SE INCORPORA, SERIO)¡Como reo yo te pido, no manchés el apellido, de aquel noble
genovés! (QUEDA ESTATICO MIRANDO EL TELEVISOR, QUE EN NINGUN MOMENTO DEJO DE
HACER EL RUIDO EXTRAÑO. IMPREVISTAMENTE LE DA UN GOLPE Y EL TELEVISOR ARRANCA:
SE ESCUCHA EL ESTADO DEL TIEMPO) ¡Arrancaste, eh!... (ENOJADO) Así hay que
tenerte a vos...¡a los golpes! ¡Y me importa un carajo el estado del tiempo! (LO
APAGA) ¡Ahora yo no quiero que funciones!
EDUARDO: (EL "FLACO": ENTRA, VESTIDO DE MECANICO. ES UN MUCHACHO DE UNOS TREINTA
AÑOS, ALTO, DE BUENA PRESENCIA, QUE SE REALZA CON SU UNIFORME BLANCO DE
MECÁNICO. ES SIMPÁTICO, AGRADABLE. OBSERVA DIVERTIDO PECETO QUE HABLA SOLO)
PECETO: ¡A ver si van a venir a hacer lo que quieren! (TOMA UNA ESCOBA Y BARRE
CON FURIA) ¡Sino pongo orde esto es una mugre!
FLACO: (SONRIE.) ¿Hablás solo, Peceto? ¿Te rayaste?
PECETO: (RECIEN PERCIBE SU PRESENCIA,AUNQUE NO DENOTA SORPRESA)
¿Qué hacés? (CONTINUA BARRIENDO Y ENOJÁNDOSE DE NUEVO)
¡No sé como pueden ser tan sucios ustedes! ¡Mirá lo que es esto!
FLACO: (SONRIE Y SE DIRIGE A DEJAR SUS COSAS. LUEGO COMIENZA A SACARSE LA ROPA.)
No hagas drama.
PECETO: Claro, para vos no es nada... ¡total el que limpia acá soy yo!
FLACO: (BROMEA) Uyyy, papito... no empecemos.
PECETO: ¡No, señor, digo la verdad! ¿O acaso vos y el otro intelectual hacen
algo para mantener limpio?
FLACO: (TRANQUILO, SONRIE MIENTRAS SE DESVISTE, TOMA UN TOALLON DE BAÑO) ¡Qué
carácter tenés, calmate!
PECETO: (SIGUE BARRIENDO CON FURIA. PAUSA. LUEGO) Te llamó una mina.
FLACO: ¿Quién era?
PECETO: (DE NUEVO OFENDIDO) ¡Lo único que falta! Que además de limpiar te haga
de alcahuete, con todo el trabajo que tengo.
FLACO: (DIVERTIDO) No hagas bandera que todos te conocemos.
PECETO: (TOCADO) ¿Acaso me pueden negar que yo...
FLACO: (SONRIE, DIVERTIDO) ¡Dale, dale, farabute!
PECETO: ¡Ustedes no entienden nada! Vamos a ver el día que yo me vaya de acá...
FLACO: ¡Qué alegría vamos a tener!
PECETO: ¡Se van a cagar de infelices! (PAUSA: CONTINUA EN LO SUYO. LUEGO,
INTERESADO Y OLVIDADO DE SU BRONCA) ¿Quién era, Flaco?
FLACO: Debe ser Lucrecia. (SONRIE CON PICARDIA) ¡Un fato nuevo!
PECETO: ¡Qué nombre de mierda!
FLACO: (DIVERTIDO, TOMA UNAS LLAVES QUE DEJO EN LA MESA)
¡Pero mirá! ¡Un 406, papito!
PECETO: Flor de punto debe ser para tener ese coche.
FLACO: El marido tiene fábrica de fideos.
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Fideo!... ¡Mejor no hablar!
FLACO: (DIVERTIDO) ¡No querés a nadie, Peceto! ¿Y Barba?
PECETO: No sé. Me dijo que tenía que dar una materia y que la metía de taquito.
¡Siempre la mete de taquito... pero después! (GESTO)
FLACO: ¿Está en tercero todavía, no?
PECETO: Sólo él lo sabe. Cuando le preguntás hace cada quilombo para explicar...
FLACO: Cuando se jubile le dan el título de médico.
PECETO: ¡No sé de qué carajo se va a jubilar!
FLACO: ¡Qué lengua, Peceto!
PECETO: (ENOJADO) ¡En su vida laburó!
FLACO: (SIEMPRE DIVERTIDO CON PECETO) ¡No querés a nadie!
PECETO: ¿Acaso miento? Vos trabajás en el taller, yo me rompo el lomo los
domingos en la cancha... ¡pero éste!
FLACO: (SONRIE) ¿Cómo andan las ventas?
PECETO: ¡Como el culo! ¿O no viste como anda Independiente en la tabla? ¡Sabés
qué ganas tiene la gente de comer chorizos!... (TERMINO DE LIMPIAR Y ACOMODAR Y
AHORA SE DIRIGE A COCINAR.)
FLACO: ¿Por qué no vas a Atlanta? Hasta te queda más cerca.
PECETO: (OFENDIDO) ¿Qué chupaste...querosén? ¿Yo a la Primera B?
FLACO: ¿Por qué no?
PECETO: Son todos unos muertos de hambre.
FLACO: No es para tanto, unos pesos te vas a ganar.
PECETO: Hace dos meses que le presté cuatro ganchos de chorizos a Patilla
González, que está en Nueva Chicago... ¡todavía no me lo devolvió y nunca tiene
un mango!
FLACO: ¡Qué querés que te diga!... yo igual probaría.
PECETO: Además yo tengo mi prestigio. ¡Hasta el comisario viene a comer chorizos
a mi puesto!
FLACO: Servite un Gancia que me voy a bañar.
PECETO: Pará, pará que llegue Barba.
FLACO: ¿No decís que está dando examen? (TERMINO DE SACARSE LA ROPA Y SE
ENVUELVE EN UN TOALLON.)
PECETO: En cualquier momento llega.
FLACO: (CON OJOTAS, JABONERA Y ALGUNOS IMPLEMENTOS: SONRIE)
¡Qué de vueltas tenés! ¿Qué número salió?
PECETO: Te dije que no jugués, gil. ¿Seguís en la misma?
FLACO: ¡Es que si agarro el catorce nos salvamos, papito! Pagamos el alquiler,
renovamos el contrato... hacemos todo. Hace diez días que lo vengo siguiendo.
PECETO: (ESCÉPTICO) ¡Justo el catorce! El borracho no sale.
FLACO: (LO MIRA, SORPRENDIDO) ¿Y por qué no va a salir?
PECETO: (SIN DEJAR DE TRABAJAR EN LA PREPARACION DE LA COMIDA)
Hay mucha joda en eso del sorteo... ¡ponen los números!
FLACO: (SIEMPRE SORPRENDIDO) ¿Quién te lo dijo?
PECETO: ¡Te lo digo yo y basta! Están todos arreglados adentro. ¡Además parecés
hijo de la Amalita!
FLACO: (NO ENTIENDE) ¿De quién?
PECETO: Esa... de la calera. ¡O qué se yo qué carajo vende!
FLACO: ¡Ahhh! (SONRIE) Con una mamita así... ¿sabés la de minas que me
voltearía, loco?
PECETO: ¡Dale, pensá en eso nada más! Vas a quedar como hechura de barrilete.
FLACO: ¡Tendría un fato para cada día de la semana!
PECETO: ¡No sé cómo! Salvo que tengas una de repuesto.
FLACO. (RIE) ¡Hablás de envidia, Peceto!
PECETO: Yo los domingo salgo de la cancha y tengo la fiesta con la Marita... ¡me
hace cada comida!
FLACO: ¡Te ve cara de hambre!
PECETO: Así se atiende a un hombre; es una mujer como corresponde.
FLACO: (EN SERIO) Porque Marita te quiere.
PECETO: ¡Por supuesto que sí! En cambio el Barba anda con esa Cecilia, que debe
ser una trastornada como él.
FLACO: (DIVERTIDO) ¡No te muerdas la lengua, Peceto!
PECETO: Y vos hablás mucho: tenés llaves de coches, Graciela, Lucrecia... pero
hasta ahora no vi una.
VICTOR: (BARBA: ENTRA, INQUIETO, MOLESTO, SIN SALUDAR. SE DIRIGE A DEJAR PAPELES
Y UN LIBRE SOBRE UN MUEBLE. ES DE UNOS 33 AÑOS, ASPECTO DE INTELECTUAL Y CON
BARBA. POR LO GENERAL SE CONDUCE CON SERIEDAD AUNQUE ES UN TIPO SENSIBLE)
FLACO: ¿Qué hacés, Barba?
BARBA: (SECO, IGNORÁNDOLOS) Hola.
(PECETO Y BARBA SE MIRAN: CAMBIAN GESTOS)
PECETO: (LUEGO DE UN SILENCIO, SE ANIMA) ¿Cómo te fue, Barba?
BARBA: (CONTINUA ORDENANDO LAS COSAS QUE TRAJO: SILENCIO)
FLACO: (CAUTO.) Me voy a dar una ducha. Apurate con la comida, Peceto, que me
espera esa mina. (ENTRA AL BAÑO.)
PECETO: (PENDIENTE DE BARBA, AUNQUE CONTINUA COCINANDO.)
BARBA: (LUEGO.) ¿Qué hay de comer?
PECETO: Fideos. ¿Te gusta? (BARBA SE ENCOGE DE HOMBROS)
Sino te hago otra cosa: polenta, sopa... ¿No te sentís bien?
BARBA: (DE MAL MODO) ¿Por qué no voy a sentirme bien?
PECETO: (UN TANTO APABULLADO.) Digo... ¡Con la jeta que tenés!
BARBA: (EN TONO DE DISERTACION) ¿Y qué cara querés que tenga? ¡Si los personeros
de las grandes multinacionales, usan la facultad para formar tecnócratas de
empresas monopólicas! ¡Y te dan una patada sino coincidís con sus principios
ideológicos! ¡Con la entrega!
PECETO: (TOTALMENTE APABULLADO, LO MIRA. LUEGO, TIMIDAMENTE)
Barba... ¿quiere decir que?... ¡te cagaron!
BARBA: (EXASPERADO.) ¡Qué me importa que me hayan bochado! ¿O vos te creés que
una materia produce un cambio social?... ¡Acá hay un proyecto político
universitario dictado directamente desde los centros pilotos de Nueva York!
¡Ellos necesitan profesionales baratos... y los buscan en los países
subdesarrollados! Después nos llenamos la boca diciendo: .. "¡Sabés que a mi
primo se lo llevaron a trabajar a una empresa americana? ¡Es un bocho!" .. ¿Cómo
no se lo van a llevar? ¡Si para eso forman tecnócratas en nuestras facultades!
(CAMINA NERVIOSO, INQUIETO, EXCITADO.)
PECETO: (LO MIRA, ASOMBRADO. FINALMENTE SE RASCA LA CABEZA Y LE DICE
INGENUAMENTE) Barba... ¿quiere decir que a vos... te cagaron desde ese centro de
Nueva York? ¿De allí dieron la orden?
BARBA: (REACCIONA, ENOJÁNDOSE MAS AUN) ¡Dejame de joder con tus huevadas! ¿Qué
tenés en la cabeza... chorizos nada más?
PECETO: (SE ENOJA) ¿Quién habló acá de ese puto centro y quién mierda lo conoce?
¡Y no sé qué tiene que ver el cambio social en todo esto!
BARBA: (DESESPERADO) ¡No ves que no entendés nada! ¡Atendé bien cuando hablo!
PECETO: (MUY ENOJADO) ¡Me rompí todo escuchándote! ¡Y todavía no sé cuánto te
sacaste en el examen!
BARBA: ¡Porque sos un bestia!
PECETO: ¡El otro día igual, hablaste como una hora y no entendí si fue Reagan o
Yelsin, el que te cagó!
BARBA: (LE GRITA) ¡Bush, bestia! ¡Reagan no está más!
(FURIBUNDO, SE VA DANDO UN PORTAZO)
PECETO: (FURIOSO) ¡Andate a la mierda! ¡Habla más atravesado que culo de gato!
¡Nueva York... monopolios y ahora también tiene un primo!... ¡Quién carajo lo
entiende a éste!
(CONTINÚA COCINANDO CON RABIA, TIRA LAS COSAS)
PECETO: ¡A mí me va a engrupir! Como sino lo junara... ¡es mi primo y hace dos
años que le mato el hambre!
FLACO: (SALE DEL BAÑO: SU PELO MOJADO, RECIEN BAÑADO. ALCANZA A OIR ALGO Y
PREGUNTA, SONRIENDO) ¿Qué te pasó, Peceto? Seguro que te peleaste con Barba:
escuché desde el baño
PECETO: Este se cree que está en ese Centro de Estudiantes... o en el comité de
mierda que va siempre.
FLACO: (SE SIENTA EN SU CAMA Y COMIENZA A VESTIRSE: DIVERTIDO)
Apurá la comida, Peceto.
PECETO: ¡Y vos también parala con tanto apuro!
FLACO: (SORPRENDIDO Y DIVERTIDO) ¡Uy, Dios!... ¿Qué hice ahora?
PECETO: ¡Siempre apurado que tener que ver minas! Yo tengo dos manos nada más...
¡y sino se cocinan ustedes!
FLACO: (CALIDO, SONRIENTE) No te enojés, Peceto, si sabés que nosotros te
queremos.
PECETO: Entre vos con las minas y aquél con la política, me van a enloquecer.
¡No sé qué van a hacer ustedes el día que yo me vaya de acá!
FLACO: (VISTIÉNDOSE) ¡No te vas a ir nunca! ¡Grande, Peceto!
PECETO: (MIENTRAS COCINA) ¿Estás seguro? ¡Acá soy la madre, el padre!... Vamos a
ver cuando me canse.
FLACO: (BROMEA, CON CARIÑO) ¡Vos sos todo, Peceto! (CON EXAGERADO TONO PORTEÑO)
Sos como el targo... ¡como Carlitos sos!
PECETO: Uno se rompe laburando, mientras vos jodés, y el otro se pone nervioso.
FLACO: Si lo conocés a Barba, lo habrán bochado en el examen.
PECETO: ¿Y yo qué culpa tengo? ¡Que estudie! Ahora viene con que lo cagaron
porque dieron la orden no sé de qué centro... y que a un primo se lo llevaron a
trabajar a Norteamérica.
FLACO: (LO MIRA, EXTRAÑADO) ¿A un primo... a cuál?
PECETO: ¿Me decís a mí? Será por parte de la madre porque de parte de mi
viejo...
FLACO: No sabía que tenía familiares en Buenos Aires.
PECETO: ¡Ni yo que soy de la familia!... Lo único que sé es que lo cagaron. Se
cree que soy un gil y me voy a tragar que a él lo bochan de Nueva York.
FLACO: (LO MIRA: DIVERTIDO) ¡Se va para arriba, Barba! ¡Es internacional, loco!
En cualquier momento lo vemos en una reunión cumbre... Carolina de Mónaco de un
lado, Sofía del otro, Tita Merello más allá... ¡y el Barba
bajando línea a lo loco: imperialismo, monopolios...!
PECETO: Para bajar línea es mandado hacer, ¡pero minga de poner un mango acá!
Ayer le dije que falta pagar la mitad del alquiler: ¡habló, no le entendí un
carajo y tampoco puso un mango!
FLACO: (DE PRONTO PREOCUPADO) Hay que pagar los 200 que faltan
PECETO: ¿Qué querés que haga? Acá los únicos que se ponen somos vos y yo. El
domingo seguro que hago esa guita en la cancha.
FLACO: Entonces hay que avisarle al dueño que hasta la semana que viene no
podemos pagarle. ¡Qué macana!
PECETO: Justo ahora que se termina el contrato, tendríamos que cumplir con el
pago.
FLACO: Tengo miedo que no nos renueven. Esto del alquiler es algo difícil de
resolver. (PAUSA) ¿Falta mucho?
PECETO: No empecés a mandar vos también. (ACERCA LA OLLA A LA MESA Y COMIENZA A
SERVIR.) ¡Qué olorcito tienen!
FLACO: (TERMINO DE VESTIRSE Y SE ACERCA) A ver, dejame probar.
PECETO: (APROVECHA PARA HACER VALER SU PODER) Esperá que venga aquel, no seas
apurado.
FLACO: Dale que me tengo que ir. (BROMEA) ¿No entendés que tengo que ver a una
mina tremenda, Peceto?... ¡Y que encima tiene un 406!
PECETO: ¡Pensá en las minas y no pongas ni los vasos!
FLACO: ¿Ahora querés que te ayude? ¿Quién te entiende?
PECETO: ¡Dejá que haga todo yo! ¡Vos sos hijo de ricos!
FLACO: (BUSCA LOS VASOS) Cuando te tocan algo, te enojás. ¿En qué quedamos?
PECETO: ¿No ves que estoy sirviendo? ¿O querés que te de comer en la boca?
FLACO: (SIEMPRE EN BROMA) Lo que pasa que tengo que ver a una nenita... y ella
no quiere que el nene esté cansado.
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Nenita!... Debe ser una reventada de aquellas...
FLACO: (IRONICO) ¡Es una señora de su casa, Peceto!
PECETO: (SIN DEJAR DE SERVIR; EN TONO DESCREIDO, ESCEPTICO)
¡De su casa!... Como el punto que volvió a su casa y encontró a la mujer y al
vecino, sentados, viendo televisión.
FLACO: (LO MIRA, NO ENTIENDE) ¿Y qué tiene de malo? ¡Si miraban televisión!
PECETO: ¡Sí! ¡Pero en pelotas! ... Esa también era de su casa.
FLACO: (SONRÍE) No, Peceto, no pensés mal.
PECETO: ¿Vos te creés que la mina, al único que le da bola es vos?
FLACO: (SONRIE) Bueno... ¡a mí y al marido!
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Sí! Porque sos Jorge Barreiro.
FLACO: (LO MIRA: NO ENTIENDE.) Es un jovato ése.
PECETO: (SENTENCIA) ¡Es galán!
FLACO: (BROMEA) Bueno, yo no seré galán... ¡pero el Flaco tiene sus cosas!
PECETO: ¡Las manos llena de grasa! Si te da bola a vos...
FLACO: (LO MIRA.) ¿Qué? ¡Hablá!
PECETO: ¡Que se volteó al Uno de Infantería!
FLACO: (TOCADO) ¡No hay una mina que me levante y que te venga bien!
PECETO: (SE SIENTAN A COMER) ¡También!... Para mí que buscás novia en las casas
de masajes.
BARBA: (ENTRA, YA NO ESTÁ ENOJADO. SE SIENTA E INTENTA SERVIRSE)
PECETO: ¡No toques la cacerola! Sabés que la manejo sólo yo.
BARBA: (ASIENTE CON FILOSOFIA. PECETO LE SIRVE)
FLACO: ¡Qué rica está la salsa! ¡Te pasaste, Peceto!
PECETO: Mirá que sorpresa...¿alguna vez te quedaste sin comer bien? (MIENTRAS
SIRVE SE PRODUCE UN SILENCIO.)
FLACO: (TRATA DE QUEBRARLO) ¿Qué hora tenés Barba, en ese reloj de bacán?
BARBA: (MIRA) Las ocho y veinte.
FLACO: Ando justo con el tiempo.
PECETO: Mucho reloj, mucho reloj, pero nunca tenés un mango.
BARBA: (EXPLICA CON FILOSOFIA) Te expliqué mil veces que es el regalo que me
hicieron mis padres cuando cumplí los dieciocho.
PECETO: (POR LLEVAR LA CONTRA NOMAS) No sé, no sé.
FLACO: Hace mucho que no te mandan nada tus viejos.
PECETO: Como para que le manden jamones y quesos... ¡no acierta una!
BARBA: (DE BUEN MODO) No es por la facultad. Ellos facturan para julio. Tiene
que hacer mucho frío.
PECETO: (SENTENCIA.) ¡En mayo también se puede!
BARBA: (LO MIRA: SORPRENDIDO)
FLACO: (RIE, DISFRUTA) ¿También sabés de campo, Peceto?
¡Dale una lección a Barba!
BARBA: (REACCIONA: SERIO, A PECETO) ¿Me estás cargando?
PECETO: (ENOJÁNDOSE ENSEGUIDA) ¿Y vos qué carajo sabés? ¡Los tíos saben!
BARBA: (ASOMBRADO) ¡Nací en el campo, me crié en la chacra con mis padres... y
vos me querés explicar... cuando se puede facturar un chancho!
PECETO: ¡Por lo que habrás laburado!
FLACO: (RIE, DISFRUTA)
BARBA: (SERIO) ¡No importa si trabajé! Pero el oficio de facturar jamones,
salames, quesos de campo, son una de las primeras imágenes que percibieron mi
retina.
PECETO: No empecés a enquilombar la cosa, que las imágenes y la re, re... ¡no
tienen un carajo que ver con el chancho!
FLACO: Retina, Peceto. ¡Retina!
BARBA: (COME EN SILENCIO: MUEVE LA CABEZA, RESIGNADO)
PECETO: (AL FLACO) ¡Vos dejame de joder y no te metas! (LUEGO, A BARBA) ¿O me
vas a negar que se puede facturar un chancho en mayo?
BARBA: (DEJA DE COMER, REPLICA ENERGICO, ENOJADO) ¡No se puede!
PECETO: ¿Por qué no se puede? ¡A ver, explicame!
BARBA: ¡Escuchame cuando hablo! Ya te lo dije: debe hacer frío.
PECETO: Claro, porque en mayo andás en bolas tomando sol...
FLACO: ¡Sí, señor! Yo me fui a Mar del Plata con la reventada del quiosco,
cuando le ablandé el Fiat.
PECETO: ¡Te dije que no te metas en lo que no te importa!
(LUEGO, A BARBA) ¡Y ya que sabés tanto, explicá de una vez!
BARBA: (DEJA DE COMER, HACE UN ESFUERZO: HABLA) Al chancho hay que facturarlo en
julio, porque se debe asegurar una continuidad climatológica.
FLACO: (LO MIRA:EXTRAÑADO) Barba...¡esta vez no te entendí yo!
PECETO: ¿No te dije?... Este se raja con cosas extrañas.
BARBA: (CON PACIENCIA) Escuchame, Peceto... puede hacer un día de frío en mayo,
pero nada te garantiza que al otro día también. En cambio en julio los días son
regulares.
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Sííí!... Te agarra el veranito de San Juan...¿y sabés
adonde te metés los chorizos y el jamón?
(BARBA NO CONTESTA. CONTINÚAN COMIENDO EN SILENCIO.
EL FLACO SE SIRVE VINO)
PECET5O: ¡Y vos pará de tomarte el vino!
FLACO: (SORPRENDIDO) ¿Tampoco puedo tomar vino?
PECETO: ¡Dos vasos tomaste! Y encima está picado, te va a hacer mal.
FLACO: En esta casa hay que pedir permiso para todo. No se puede hablar, no se
puede tomar vino, no se puede jugar al catorce.
PECETO: ¡Y dale con catorce! ¡No va a salir, entendelo!
FLACO: ¿A qué número le juego entonces?
PECETO: (SERIO) Sesenta y nueve... vicios.
FLACO: (JUNTO CON BARBA:RIEN) ¡Parala, Peceto! Vos ordenás, prohibís y lo
dejaste al Mota que traiga este ropero... (LO SEÑALA) ¡por quince días nada más!
PECETO: (DESAFIANTE) ¿Y... qué tenés que decir?
FLACO: ¡Hace seis meses que lo tenemos acá! Nos molesta, no nos podemos mover y
encima nunca le dijiste nada a tu amigo.
PECETO: ¡Callate! ¿Qué sabés vos? No ves que el Mota Peralta no va por la
cancha.
BARBA: (COME EN SILENCIO)
FLACO: Buscalo. ¿No es amigo tuyo?
PECETO: ¡Sí, señor, un gran amigo es el Mota! Hace dos años él me prestó la
guita de adelanto para alquilar este departamento.
FLACO: ¡Mirá qué amigo! ¡Nos dejó flor de regalito! Para caminar vamos acá
adentro, vamos a tener que poner un semáforo.
PECETO: ¡Pero qué hablás! En cualquier momento aparece... debe andar viajando.
FLACO: (LO BROMEA) ¡Ah, el Mota Peralta hace turismo! ¡Qué nivel! Después
hablamos de las relaciones del Barba... ¡el único tirado acá soy yo!
PECETO: El Mota viaja por negocios, va por las provincias.
FLACO: (A BARBA: DIVERTIDO) ¡Viaje de negocios! ¡Qué amistades tiene Peceto!
PECETO: ¡Es chatarrero, gil!
FLACO: (SE LEVANTA DE LA MESA, SONRIENTE. GOLPEA SUAVEMENTE EL ROPERO Y LE DICE,
IRONICO) ¡Grande, Mota! ¡Seguí acá nomás! ¡Hacé la tuya tranquilo que no tenemos
apuro!
PECETO: Y vos qué hablás si tenés esas herramientas ahí, como si esto fuera un
taller!
FLACO: Esperá un poco y vas a ver sino me pongo por mi cuenta.
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Qué te vas a poner!
FLACO: Si protestás, no te voy a arreglar el Mercedez. (SONRIENTE SE DIRIGE A
TOMAR SUS COSAS Y A HACERSE LOS ULTIMOS ARREGLOS: RETOQUES EN EL PELO,
ACOMODARSE LA ROPA, SE PERFUMA.)
PECETO: (CONTINUA COMIENDO A LA VEZ QUE OBSERVA A BARBA. LUEGO) Flaco, lo estuve
pensando. ¿Vos no podrías conseguir unos mangos?...
Lo que falta para terminar de pagar el alquiler... por unos días nomás.
FLACO: (DUDA) En el único lugar donde puedo mangar es en el laburo. Pero no dan
adelantos.
PECETO: No es tanto...
FLACO: Es muy difícil, los dueño son muy duros.
PECETO: Hasta la semana que viene. El domingo hago esa guita en la cancha y
enseguida se devolvés.
FLACO: (DUDA, PIENSA) No puedo, Peceto, es gente muy agarrada y para sacarles un
mango tenés que rogarle.
PECETO: (PREOCUPADO) ¡A fin de mes vence el contrato! Nada menos que el último
mes y no le cumplimos.
BARBA: (ESTALLA) ¿Ustedes suponen que por pagarle en término el dueño va a ser
más benevolente? ¡Por favor!
PECETO: Mirá, no empecés con la historia de siempre... ¡Acá hace falta guita!
¿Está claro? ¡Guita! ¡Y sino cada uno por su lado! Yo no tengo ningún problema,
en la casa de mi tia en Quilmes, tengo un lugar... ¡no me jodan!
FLACO: (DE BUEN MODO) Barba, si le pagamos como corresponde... por ahí el dueño
no nos cobra esos meses de adelanto para el nuevo contrato.
BARBA: (ESCEPTICO) ¿No nos va a cobrar? ... ¡Qué ilusos son!
PECETO: Mirá, viejo, si nos cobra los dos meses para renovar... ¡ya nos podemos
buscar un caño para ir a vivir! Estamos a diez y recién si le pudimos pagar la
tercera parte de este mes.
BARBA: ¡Ustedes tiene la culpa! (LOS MIRA, DESAFIANTE)
PECETO: (CON EXTRAÑEZA) ¿Nosotros?... ¿De qué?
BARBA: (TERMINANTE) ¡Sí, todos! ¡Vos, él, este pueblo de ovejas! Si en las
elecciones hubiesen elegido a un verdadero partido popular... ¡ya estaría hecha
la reforma agraria y se hubieran expropiado las viviendas que se tienen para
lucrar con la necesidad del pueblo!
PECETO: ¡Parala, eh! ¿Te enloqueciste? Acá hace falta pagar la mitad del
alquiler, sino el mes que viene nos rajan a patadas. ¡Lo demás, arreglalo vos
con Reagan!
BARBA: (REPLICA, ENOJADO) ¡Bush!
PECETO: (HACE UN GESTO) ¡Andate al carajo! (HAY UN SILENCIO)
FLACO: (ARREGLÁNDOSE PARA IRSE) A esto del departamento no le veo la salida.
¡Con lo que gano yo y lo que pueden poner ustedes...(ESCEPTICO)
PECETO: (NO SABE QUE DECIR) Bueno... llegado el momento...
FLACO: (TOMA SUS COSAS Y DICE DE BUEN MODO) El momento es ahora, Peceto...no nos
podemos engrupir. Me voy. Espero que se diviertan.
BARBA: (LE CUESTA HABLAR) Flaco... ¿podés quedarte un minuto?
FLACO: (LE MUESTRA LAS LLAVES DEL COCHE) Me esperan, Barba.
BARBA: Es que... es algo importante.
FLACO: Ando justo con el tiempo.
PECETO: (MOLESTO) ¡Parala con las minas!
FLACO: (MIRA A PECETO. LUEGO SE SIENTA, RESIGNADO)
BARBA: (LE CUESTA ABORDAR EL TEMA) Yo quería decirles algo... se trata de
Juanca. Les hablé de él: vende café en la facultad. ¡Es un pibe excelente!
PECETO: No sé. Entre la facultad y el comité ése... ¡vos tenés cada amigo que
Dios te salve!
FLACO: (INQUIETO) Apurate, Barba, que me está esperando la mina.
BARBA: (MAS DECIDIDO) Este chico tiene que dejar el lugar donde está viviendo y
no tiene donde ir. Entonces pensé que quizás podría venir acá. De paso nos
podría ayudar a solucionar el tema del alquiler. (LOS MIRA. PAUSA)
PECETO: (SE MIRA CON EL FLACO) ¿Vos querés decir, de traer a ese punto a vivir
acá?
BARBA: Les adelanto que es un pibe macanudo, honesto.
PECETO: ¿A vos se te oxidaron los cables cuando te bocharon en el examen?
BARBA: Es una buena persona, lo conozco mucho. Casualmente tiene su familia en
Henderson, un pueblito cercano a Nueve de Julio.
PECETO: ¿No oíste que nos están por rajar de este departamento? Además estamos
viviendo los tres como sardinas. ¿Te imaginás lo que seríamos cuatro puntos y un
ropero?
BARBA: No es para tanto, Peceto.
PECETO: ¿Que no?... Tendríamos que dar número para dormir.
BARBA: Tengo pensado como podríamos hacer. (SE LEVANTA Y EXPLICA) Corremos esta
cama para allá. Esta otra la cambiamos acá...
PECETO: (ENSEGUIDA, TERMINANTE) ¡La mía no la toques!
BARBA: Justamente es la única que queda en su lugar. Y el ropero lo corremos
ahora mismo para allá. Ayudame, Flaco.
FLACO: (MIRA LA HORA Y HACE UN GESTO)
BARBA: Es un minuto nomás. Y de paso nos sacamos este monstruo de encima.
FLACO: (EN SILENCIO, UN TANTO CONTRARIADO, DEJA SUS COSAS Y SE DISPONE A CORRER
EL ROPERO)
PECETO: (OBSERVA EN SILENCIO)
BARBA: (AMBOS HACEN FUERZA PERO ES IMPOSIBLE MOVERLO)
Vos tenés más fuerza que yo, Flaco, vení acá.
(AMBOS CAMBIAN DE LUGAR Y NUEVAMENTE INTENTAN CORRERLO
PERO EN VANO)
FLACO: ¿Qué puso el Mota adentro... piedras? (A BARBA) ¡Dale... dale ahora!
¡Vamos! ¡Empujá desde arriba!
PECETO: (VIÉNDOLOS IMPOSIBILITADOS DE MOVERLO, SE LEVANTA, PEDANTE) ¡Salgan,
salgan, desnutridos que no pueden con un ropero! (ORGANIZA EL OPERATIVO) Agarrá
de ahí, vos. Y vos, Barba, empujá de esa punta. Bueno... ¡ahora, vamos! (GRITA,
ENOJADO) ¡Vamos! ¡Hagan fuerza, carajo! ¡Fuerza!
FLACO: (AL FIN, DESISTE) Déjenme de embromar, yo me tengo que ir y esto no lo
corre ni mongo. (NUEVAMENTE TOMA SUS COSAS)
PECETO: (ASOMBRADO) ¿Qué le puso el Mota adentro? ¡Esto pesa como el carajo!
FLACO: Si cuando lo trajeron eran cinco monos así de grande y el Mota.
BARBA: Después lo corremos. ¿Pero entienden lo que digo?... El ropero va allí. Y
en ese lugar la cama de Juanca. (LOS MIRA. SILENCIO) ¿Qué les parece?
FLACO: (REPENTINAMENTE) ¡Yo me tengo que ir! (INTENTA IRSE)
BARBA: Pará, Flaco, esperá un poco.
PECETO: (COMIENZA A LEVANTAR LA MESA, SILENCIOSO)
FLACO: Ya me pasé diez minutos. ¡Encima que le uso el coche no la puedo dejar de
seña!
BARBA: Pero decime algo, opiná.
FLACO: (DUDA) Yo pienso como Peceto: estamos muy apretados. Además no se sabe
por cuantos días vamos a estar acá.
BARBA: De acuerdo, Flaco, después si nos echan, ¡mala suerte! Pero mientras
tanto le solucionamos un problema a un buen pibe.
FLACO: (DUDA) No sé.
PECETO: ¿Y nosotros somos el cotolengo?
BARBA: No se trata de eso, Peceto. Es un amigo a quien quiero darle una mano. Y
él nos daría una a nosotros con el alquiler.
PECETO: Encima que viene a joder, ¡nos querés hacer creer que ese gil nos va a
ayudar!
FLACO: (CONTEMPORIZANDO) A mí me parece que esto es muy chico, Barba. Si hubiera
unos metros más...donde comen tres, comen cuatro y cinco.
BARBA: Sería por poco tiempo. A fin de mes vence el contrato de alquiler.
PECETO: Eso está por verse.
BARBA: (ESCEPTICO) ¿Ustedes creen que el dueño nos va a renovar el contrato sino
le pagamos los dos meses de anticipo... y que no nos va a aumentar?
(LOS OTROS SE MIRAN) ¡Acá vamos a tener que ponernos con novecientos por lo
menos!
PECETO: Si nos aumenta, ¡nos vamos y a otra cosa! Yo les dije que no tengo
ningún problema: me voy a la casa de mi tía y ni siquiera tengo que pagar
alquiler. Lo único que me jode es que vive en Quilmes y tendría que viajar en
tren.
BARBA: ¡Qué fácil lo hacés vos! No te importa nada que tenés dos amigos que
quedan en la calle. ¡Así sos de egosita!
PECETO: ¿Y qué querés? Te digo de hablar con el dueño y me venís con esas cosas
raras que decís vos... ¿quién carajo te entiende?
FLACO: (NERVIOSO) Muchachos, por favor, se me hace tarde.
BARBA: ¡No digo más que la verdad! Para un dueño... ¡sino tenés, a la calle!
PECETO: Pero nosotros siempre le pagamos y seguro que lo va a tener en cuenta.
BARBA: ¡Sí! ¡Son de considerados los dueños que alquilan! ¿No ves la cantidad de
gente que está viviendo en carpas improvisadas debajo de la autopista?...
¿O cómo se agrandan las villas miserias? ... ¡Son muy generosos los
propietarios!
PECETO: (DESCONCERTADO) ¿Y qué querés que hagan? Para ellos es un negocio.
BARBA: ¡Eso es lo tremendo! (ENFERVORIZADO) ¡Que algo tan elemental para un ser
humano como la vivienda, la salud y la educación, se convierta en negocio para
una minoría!
PECETO: (ESCÉPTICO) ¿Qué tiene que ver la salud y la educación con los negocios?
BARBA: ¿Todavía no entendiste que quienes especulan con la necesidad de la
gente, son los mismos de la burguesía industrial y la oligarquía terrateniente?
FLACO: (DECIDIDO) ¡Chau! ¡Me voy que la mina me mata!
BARBA: (TRATA DE DETENERLO) ¡Pará, pará, Flaco!
FLACO: (SE VA,RAPIDO) ¡Hagan lo que quieran, se me hizo tarde!
BARBA: (NO LO PUEDE DETENER) ¡Esperá, esperá un minuto! (QUEDA IMPOTENTE. MIRA A
PECETO) ¡Se fue nomás! ¿Cómo me deja así?
PECETO: ¡También! ¡Empezaste con los terratenientes de la educación! ¡La
burguesía de la salud! ¡Lo único que faltaba era el imperialismo yanke y Reagan!
BARBA: (LE GRITA) ¡Bush! ¿Entendiste?...¡Bush! Reagan no está más. (PAUSA) A la
gente no se le puede hablar con claridad...(SE DESESPERA)
PECETO: Mirá Barba, a mí no me vengas a romper las pelotas con eso de la
revolución.
¡Hacela cuando quieras que yo no me opongo y capaz que hasta te apoyo!... Al fin
de cuentas sos un amigo.
BARBA: (LO MIRA: NO LO PUEDE CREER. LUEGO, RESIGNADO) Gracias.
PECETO: (TERMINANTE) ¡Eso sí... no me vengas a sacar guita, porque yo no divido
un mango!
BARBA: (LO MIRA: CONTINUA SIN PODER CREERLO. AL FIN SE ESFUERZA POR HABLARLE)
Peceto, yo les plantee algo. Ustedes tienen que decidir. El pibe éste no puede
esperar, prácticamente está en la calle.
PECETO: ¿Y nosotros?
BARBA: Al menos nos queda unos veinte días para vivir aquí. (PAUSA. LO MIRA)
Realmente es una urgencia la que está pasando. Me está esperando en el boliche
de la facultad. (NUEVA PAUSA. LUEGO, UN TANTO INCOMODO) Decime algo, Peceto,
aunque sea, no. ¡Esto no podemos demorarlo!
PECETO: (AL FIN, ESTALLA) ¡Hagan lo que se les canta porque estoy podrido!
BARBA: No, esto lo decidimos entre todos.
PECETO: ¡Decídanlo ustedes! ¡Y a mí no me jodan más!
BARBA: No es joder, Peceto, entendelo...
PECETO: (TERMINANTE) ¡Se terminó! Y me voy porque no los aguanto más a ustedes.
¿Está claro? ¡Me voy!
BARBA: (SORPRENDIDO) ¿Lo decís en serio?
PECETO: ¿Hablás castellano vos? Arréglense y traigan a vivir a quien se les
cante.
BARBA: (NO SALE DE SU SORPRESA) ¿Cómo... decís que te vas?
PECETO: (SACA RAPIDO TODO LO DE LA MESA) ¡No quiero vivir más en esta pocilga!
Todo sucio, desarreglado, cada día con una nueva...¡no va más!
BARBA: No podés irte de acá. Esto te pertenece.
PECETO: ¡Me importa un carajo! ¡Se los regalo! Así traen a quien quieran acá
adentro.
BARBA: ¡No, no, esperá un poco y escuchame, por favor!
PECETO: (SE DESHACE DE EL) ¡Dejame de joder! Hace dos años que me tienen así.
¡Estoy podrido! ¿Entendés?...Tendría que haberme ido mucho antes. (COMIENZA A
SACAR ROPAS SUYAS Y LAS APILA) ¡Todos los días con una historia nueva! Además
cocinar, lavar, planchar... ¿Qué soy yo acá?
BARBA: Pero calmate un poco y oime, Peceto. Tenemos que hablar.
PECETO: (TERMINANTE) ¡Yo no habla más! Arréglense entre ustedes.
BARBA: ¿Por qué sos así? Sabés que la gente se entiende hablando. Es la única
manera de arreglar las cosas.
PECETO: ¡Estoy cansado de tantos despelotes! ¡Nunca hay un mango, hay que
renovar el contrato y no se calientan por nada! ¡Y encima ahora quieren traer a
un chavón! (VA A BUSCAR UNA VALIJA VIEJA) ¡Esta es la última!...
¿Somos el cotolengo?
BARBA: (SERIO, FIRME) Escuchame, Peceto... ¡Pará con la valija!
PECETO: (LO MIRA)
BARBA: Siendo así, ya mismo voy y le digo al pibe que no venga. ¡No, no! ¡Vos no
podés irte!
PECET: (DECIDIDO) ¡No le digas una mierda porque yo me voy! ¡Ya lo decidí!
BARBA: (DESCONCERTADO) ¿Por qué te vas a ir? Al fin de cuentas el departamento
lo alquilaste vos.
PECETO: Sigan ustedes acá, no tengo ningún problema. Yo me voy de la tía Nora en
Quilmes y después veré. (CONTINUA GUARDANDO ROPA)
BARBA: Vos tenés que quedarte. Esto de irte, nos va a hacer sentir como que te
echamos.
PECETO: ¿Echarme? ¡Me escapo de ustedes! ¡Los banqué dos años! Ahora, ¡chau!
BARBA: (PERSUASIVO) José, oime, por favor. Lo de este chico Juanca... ¡olvidalo!
Le digo que no se puede y listo.
PECETO: Decile lo que quieras, pero yo me voy de acá. ¡Ya lo decidí! A las once
de la noche lo llamo a mi cuñado, que es cuando llega del laburo, y le digo que
mañana a la mañana venga con la camioneta. ¡A otra cosa! Me llevo todo a lo de
la tía Nora. (COMIENZA A SACAR OLLAS, CACEROLAS, SARTEN, CACHARROS Y LOS VA
APILANDO)
BARBA: (IMPOTENTE) Pero...¿en serio que te vas?
PECETO: ¡Ah no! ¡Si va a ser en joda! Mañana a las diez de la mañana cargo todo.
Y a las once podés traer al amigo ése... te queda mi lugar.
BARBA: ¡Dejate de embromar, no seas así, José!
PECETO: ¡Termino con todo este quilombo!
BARBA: No podés hacernos esto, esperá un poco.
PECETO: Esto no da para más. La mano está muy encarajinada últimamente. ¡Todos
los días se les ocurre una nueva!
(ABRE EL PLACARD Y SACA UNA CAJA DE HERRAMIENTAS QUE PONE
SOBRE LA CAMA: ELIGE ALGUNAS)
BARBA: (LO MIRA, EXTRAÑADO) ¿Qué vas a hacer?
PECETO: (ENOJADO: SEÑALA EL ROPERO DE MOTA) ¡Desarmar a este hijo de puta! ¿O
cómo querés que me lo lleve?... ¡Si pesa una tonelada!
BARBA: (AFIRMA EN SILENCIO, ESTA TRISTE, IMPOTENTE, NO SABE
QUE HACER)
PECETO: (COMIENZA A TRABAJAR CON EL ROPERO. LUEGO DE UN SILENCIO) Y cuando lo
vea al mota Peralta, le digo que lo vaya a buscar a Quilmes. ¡Si me lo dejó seis
meses, que se joda!
BARBA: (SILENCIO. LUEGO, TIMIDAMENTE) José, te lo digo de todo corazón... ¡no
podés irte de acá! ¡Sos mi primo...además sos el espíritu de esta casa! ¡Sabés
que te queremos muchísimo!
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Sí, para laburar! Vamos a ver como se van a arreglar solos
y con el alquiler. ¡No, a mí no me cagan más ustedes!
BARBA: Es posible que nos hayamos aprovechado... vos hacías todo. Pero el Flaco
y yo te queremos mucho.
PECETO: (ESCEPTICO) ¡Sííí, te creo! ¡Ahora hagan lo que quieran acá. ¡Me voy!
BARBA: (LO OBSERVA: SILENCIO. PECETO TRABAJA CON VIGOR EN
DESARMAR EL ROPERO. LUEGO DE UN RATO Y APODERÁNDOSE DE
SU ROSTRO UNA EXPRESION DE ANGUSTIA: SE VA EN SILENCIO)
PECETO: (UNA VEZ SOLO) ¡Al carajo con todos! (CONTINUA SU TRABAJO CON FUERZA. AL
FIN LOGRA AFLOJAR UNA BISAGRA) ¡La gran puta, parecía pegada con cemento!
(SIGUE HACIENDO FUERZA EN LA OTRA, PRESIONA CON VIGOR EL DESTORNILLADOR. LUEGO
GOLPEA CON EL MARTILLO)
¡Te vas a aflojar o no, carajo! (DE NUEVO TOMA EL DESTORNILLADOR
Y PRESIONA. AL FIN SACA LA OTRA BISAGRA Y LA PUERTA CAE PESADAMENTE. PECETO DEBE
HACERSE A UN LADO PARA EVITAR
SER GOLPEADO) ¡Qué pesada es! (SE ACERCA LENTAMENTE A MIRAR EL INTERIOR DEL
ROPERO) ¡Qué carajo tiene adentro que pesa tanto!...
(OBSERVA: TRAS UNA BREVE PAUSA SU ROSTRO SE TRANSFIGURA EN SORPRESA: QUEDA
PARALIZADO. SILENCIO. LUEGO) ¿Y esto?... (NO LO PUEDE CREER) Pero...(NO SABE QUE
DECIR) ¡No puede ser, la puta madre! (PAUSA: LUEGO EXPLOTA) ¡Mota turro de
mierda! ¿Qué me mandaste?... ¿Qué hago con todo esto? ¡Qué despelote!... ¡No, a
mí no podía hacerme esto!... ¡Es un hijo de puta!
(MIRA HACIA ADENTRO, COMO EXTASIADO) ¡Es increíble! ¿Y ahora?...
¿Dónde pongo todo esto, carajo? (SU CUERPO VA CEDIENDO)
A P A G O N
CUADRO SEGUNDO
EL MISMO DECORADO ANTERIOR: CONTINÚA ESTANDO EL ROPERO GRANDE. ES DE DIA: ENTRA
LA LUZ POR LA VENTANA. EL TELEVISOR HACE UN RUIDO SORDO.
SE ABRE LA PUERTA Y ENTRA BARBA: MIRA HACIA AFUERA Y HABLA.
BARBA: Pasá, pasá, Juanca. (CUANDO MIRA HACIA ADENTRO Y VE AUN EL TELEVISOR, SE
EXTRAÑA)
JUANCA: (ENTRA. ES UN JOVEN VESTIDO DE CAFETERO: GORRA, UNIFORME ATRACTIVO
AUNQUE ALGO RAIDO POR EL USO. LLEVA DOS BANDOLERAS CRUZADAS CON TERMOS DE CAFÉ Y
ARRASTRA UN CHANGUITO EN DONDE LLEVA MAS TERMOS, VASOS, ALFAJORES, GALLETITAS,
ETC. ADEMÁS TRAE UN BOLSO) Permiso.
BARBA: Entrá con confianza. (LE SONRIE PARA DARLE CONFIANZA. TIENE UN TRATO
CALIDO CON EL, COMO EL DE UN HERMANO MAYOR)
JUANCA: (OBSERVA TODO CON CURIOSIDAD)
BARBA: Dejá las cosas por ahí. (EXTRAÑADO, SEÑALA EL ROPERO) ¡Qué raro!
JUANCA: ¿Qué pasa?
BARBA: A las diez de la mañana, Peceto se mudaba y se lo llevaba. Es de un amigo
de él.
JUANCA: Se habrá retrasado.
BARBA: Puede ser. ¡Más tarde o más temprano, Peceto se va a ir! Mientras poné
las cosas en ese rincón. (CORRE UNAS SILLAS Y LE HACE LUGAR)
JUANCA: (ASIENTE. TRATA DE SER CAUTO, EDUCADO. SE MASAJEA LOS BRAZOS)
BARBA: (AL VERLO) ¿Estás cansado?
JUANCA: Un poco... me paso tantas horas vendiendo. Pero estoy acostumbrado.
BARBA: Está todo duro, Juanca... ¡hay que darse por contento con tener un
trabajo para sobrevivir!
(SE QUITA EL SACO, DEJA LOS LIBROS. APAGA EL TELEVISOR)
¡Peceto vive con esto! Se levanta y antes de ir al baño enciende el televisor.
JUANCA: Debe ser una compañía para él.
BARBA: (SONRÍE) Más que una compañía ¡es un reflejo condicionado!
(PAUSA) ¿Te gusta el lugar?
JUANCA: (APRUEBA, SONRIENTE) ¡Qué mezcla de cosas! La cocina, los libros...
BARBA: Ah, sí, no falta nada. Ese afiche es del Flaco.
(UNA MUJER DESNUDA: PUBLICIDAD DE REPUESTOS DE COCHES)
JUANCA: (SONRIE. LUEGO, TIMIDAMENTE) Digo yo... ¿habrá lugar para mí? Porque el
lugar es chico.
BARBA: (ENCIENDE LA COCINA, COLOCA LA PAVA Y COMIENZA A PREPARAR EL MATE) Sí,
quedate tranquilo, ¡sobra lugar! Este ropero desaparece hoy mismo, ya te dije
que Peceto se lo lleva. Yo estaba cuando habló con el cuñado para que venga a
buscarlo. Además la cama de él te queda a vos. No te hagas problema, Juanca. (LE
SONRIE PARA TRASLADARLE CALMA) ¿Tomás mate, no?
JUANCA: (APRUEBA. QUEDA DE PIE, INCOMODO, NO SABE QUE HACER MIENTRAS BARBA
TERMINA DE PREPARAR EL MATE)
|