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Hola.
Yo soy Luisito, el hijo de mi mamá. El único. Por eso me quiere tanto, porque
soy lo único que tiene. Siempre me dice que sin mí la vida no tendría sentido
para ella, que mi papá no le sirve para nada, es como si no existiera. Ella es
muy buena conmigo y todo lo que hace lo hace por mí. Ella lucha y se sacrifica
para que yo tenga todo lo que ella no pudo tener, para que yo haga todo lo que
ella no pudo hacer. Y siempre me enseña cómo tengo que ser en la vida:
“Luisito, en la vida hay que ser bueno, pero sin dejarse llevar por delante.
Nunca hay que tener miedo. Es una vergüenza. ¡Ambiciones hay que tener!
Y dulzura.... ¡Pero defender lo que es de uno hasta la muerte!
La paciencia y la tolerancia son dos grandes virtudes, pero si a uno lo
ofenden hay que reaccionar, hay que contestar, no quedarse callado! Tenés que
gustarle a la gente, para que la gente te quiera, y entonces podés sacar
ventajas, conseguir cosas... Hay que ser generoso.
¡Y bien competitivo! Competencia
sana, eh... Nunca te compares con
nadie porque cada uno es cada uno. ¡Pero si hay alguien mejor que uno tenés
que luchar y luchar hasta
alcanzarlo, superarlo y aplastarlo! ¡Hay que ser el mejor, el número uno..!,
pero con humildad. Saber perder es
tan importante como saber ganar. ¡Pero si vos perdés yo me muero! Fin del fragmento de En Camiseta. Por más, solicitarlo al autor vía E-mail |
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