|
|
REINA:
¿Qué
hacen? ¿A qué estamos jugando?... ¿No valemos nada nosotras? ¿Somos tan poca
cosa como para seguirle el juego a un tipo que hace lo que se le canta?... Nos
mintió, nos usó y ahora... MIGUEL:
(severamente indignado) ¡Un momentito, Reina, que yo no le mentí a
nadie! ¿Estamos? ¡A ninguna le dije que era la única! REINA:
¡A mí no me dijiste que había otras! MIGUEL:
¿Y por qué tenía que decírtelo? Son temas muy privados. ¿Acaso yo te
pregunté si salías con otros tipos? (Reina
mira a las demás sin saber que decir). MONICA:
(Con menos timidez, como queriendo ganar su propio espacio) Usted no me
habrá mentido, señor, pero yo me fui de casa y dejé a mi novio por su culpa. MIGUEL:
Yo no te pedí que lo hicieras. Lo decidiste vos por tu cuenta. MONICA:
(Con el mismo tono airado de su reclamo) Ah, bueno, así es distinto. MIGUEL:
(a Carola) Vos sabías que había otras mujeres en mi vida. CAROLA:
(Coqueta, arreglándose el pelo) Sí, pero no tantas... MIGUEL:
(A Luciana) Y vos también lo sabías. LUCIANA:
Pero me lo dijiste en broma, jugando... MIGUEL:
(Intencionadamente) Tan en broma y jugando que después de decírtelo...
¿Te acordás? LUCIANA:
¡Qué ordinario! MIGUEL:
(A Teresa) A vos te conté todo. (Teresa
acepta en silencio). MIGUEL:
(Agrandado) Lo que pasa es que a ustedes les molesta la verdad. Prefieren
el engaño, el verso, que les digan: "te amo, te quiero para siempre, sos
la única" y todo eso... (Se nota que las mujeres reconocen que hay algo de verdad en las palabras de Miguel. No se miran entre ellas o lo hacen fugazmente y de reojo). REINA:
(Recuperando fuerza e iniciativa) Bueno, muy bien. Llegamos hasta aquí.
¿Y ahora qué hacemos? ¿Festejamos el encuentro? MIGUEL:
No, no digo tanto, pero tomemos la situación con madurez... REINA:
Vos sos el ejemplo... TERESA:
Vamos por partes... REINA:
No dirijas el tráfico, por favor. TERESA:
Alguien tiene que coordinar. LUCIANA:
(Con el último resto de supuesta dignidad) No, aquí no hay nada que
coordinar. Yo soy una mujer casada y... TERESA:
Escuchen,
chicas... Cada una de nosotras tiene una relación con Miguel, un problema que
debe resolver...Hasta yo misma tengo una confusión con la
contratransferencia... ¿Por qué no vamos tratando de a una situación por vez? REINA:
¿Qué es esto? ¿Un congreso? MIGUEL:
¡Yo me niego! (Todas lo miran) MIGUEL:
Me niego a tratar cada situación por separado. Mi relación es con todas juntas
y no quiero privilegiar a nadie. (Al público) Me jugué. TERESA:
(Acercándose a él para estrecharle la mano) Te felicito. Tu espíritu
democrático es indiscutible, pero lamentablemente nosotras no somos un montón
informe y confuso. Cada una es un individuo, una persona. (Todas aprueban). REINA:
¡Bien dicho! MIGUEL:
Yo las respeto. Lo que pasa es que adentro mío son una sola persona. No puedo
separarlas. ... ¡No lo tomen a mal, por favor! Lo que siento no es
algo... sucio. Al contrario: es puro, limpio, sincero...¡Traten de entenderme!
¡Si ustedes supieran lo bien que me sentía hace un rato, cuando hablaban de
sus cosas y yo escuchaba..! Eramos... no sé... como... ¡como una familia!
Fin del
fragmento de El Haren. Para conocer más, comunicarse con el autor vía e-mail |
|
E-mail: Rtalesnik@argentores.org.ar Espacio cedido por ARGENTORES |