Una tragedia Argentina
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Una tragedia argentina

de Daniel Dalmaroni


Personajes:
HUGO, 50 años
SUSANA, 45 a 50 años
MARIO, 42 años
ROY, 25 años.
VIETNAM, 23 años


La escena:
Muy pequeña cocina de una casa de clase media. Hay una mesada, una cocina, una heladera, lavarropas, secarropas. Por un pequeño ventiluz entra la poca luz natural. Hay tubos fluorescentes en el techo y en una de las paredes, sobre la mesada. También hay una mesa y unas sillas que ocupan casi toda la cocina. La familia transita por ella con incomodidad, se chocan los muebles, tiran objetos al piso o sobre la mesa. Constantemente. En la mesada y en la mesa hay una gran cantidad de cuchillos, cuchillas, tijeras, tenedores, que irán tomando y dejando alternativamente durante toda la pieza.

ESCENA I
(Hugo está parado frente a Mario. No hablan. Silencio espeso. Pasa Susana de una punta a la otra de la cocina, en el camino toma un objeto de la mesada. Mario la mira cuando se va. Susana sale. Pausa)

HUGO.- (Que ha visto a Mario mirar a Susana, dice, como al pasar) ¿Qué mirabas?

MARIO.- El culo de Susana.

HUGO.- (Se ríe) No, en serio., ¿Qué mirabas? ¿Tenía el pantalón descosido?

MARIO.- No. Le miraba el culo. Es formidable.

HUGO.- (Sorprendido, pero divertido por la "ocurrencia" de Mario) ¿Qué? No, en serio, boludo. ¿Qué le pasa al pantalón de Susana?

MARIO.- Nada. Nada. (Pausa. Hugo lo mira) Dejalo ahí.

HUGO.- Ah, bueno.

(Pausa larga)

HUGO.- (Que se ha quedado pensativo) Mario. No, la verdad. ¿Le pasa algo al pantalón de Susana?

MARIO.- No. Te dije que nada.

HUGO.- Pero algo le mirabas.

MARIO.- Te dije que sí, Hugo.

HUGO.- ¿Qué?

MARIO.- El culo. El culo, te dije.

HUGO.- ¿El culo de Susana? Pero... el... el... el culo... el culo ¿en qué sentido? No te entiendo. (Pausa) ¿Te gusta el culo de Susana?

MARIO.- Sí.

HUGO.- (Que se ha puesto nervioso, pero no llega a dar crédito de lo que escucha) No entiendo. ¿Qué pensás cuando se lo mirás?

MARIO.- Pensaba cómo me gustaría hacerme esa cola.

HUGO.- Esperá. No seas grosero, nabo. Decime la verdad. Te estoy hablando en serio.

MARIO.- Yo también te hablo en serio.

HUGO.- ¿Cómo que me hablás en serio? (Reaccionando. Toma una cuchilla) ¡Vos sos un hijo de puta! Te querés acostar con tu cuñada.

MARIO.- Pará, pará. ¿Quién dijo eso?

HUGO.- ¡Sos un hijo de puta! (Lo tajea sin querer en un brazo. Se trata de un pequeño tajo, superficial)

MARIO.- Pará, pará. ¿Qué hacés?

HUGO.- Perdoná. No me di cuenta. Tomá. (Le alcanza una servilleta de papel con la que Mario se seca la sangre) Pero sos un hijo de puta.

MARIO.- Pará. ¿Yo qué dije?

HUGO.- ¿Qué dijiste? ¿Qué dijiste? Que te querés encamar con Susana.

MARIO.- ¿Yo dije eso? Pará. Reconstruyamos la situación.

HUGO.- ¿La situación? Te pesqué mirándole el culo a Susana.

MARIO.- Sí.

HUGO.- Te pregunté qué hacías.

MARIO.- Sí.

HUGO.- Me dijiste que mirándole el culo.

MARIO.- Sí.

HUGO.- Te pregunté por qué.

MARIO.- Sí.

HUGO.- Me dijiste que te gustaba.

MARIO.- Dije que tenía un culo formidable.

HUGO.- Es lo mismo, para el caso.

MARIO.- Está bien.

HUGO.- Te pregunté qué pensabas cuando se lo mirabas.

MARIO.- Sí.

HUGO.- Me dijiste que pensabas en hacerle la cola.

MARIO.- Sí.

HUGO.- ¿Sí? ¿Insistís? Te querés encamar con ella. ¿Por qué lo negás?

MARIO.- No dije eso. No te preocupes, no voy a intentar nada.

HUGO.- Pero querrías.

MARIO.- No es así.

(Entra Susana nuevamente)

HUGO.- ¿Sabés que me vengo a enterar que este hijo de puta te quiere coger?

SUSANA.- Sí, ya sé.

HUGO.- ¿Cómo?

SUSANA.- Que ya me di cuenta.

HUGO.- Pará. ¿Acá el único boludo soy yo? ¿Cómo que ya sabías?

SUSANA.- Me vive mirando el culo. Me clava la mirada en el culo.

HUGO.- ¡Ustedes son dos hijos de puta!

SUSANA.- Cuidá el vocabulario, querés. Ojito. Respeto, che.

HUGO.- ¿Mi hermano se quiere encamar con vos, vos lo sabés y está todo bien?

SUSANA.- Que él quiera tener algo conmigo no significa nada para mí. Es un problema de él. Si además, es un tarado bárbaro.

MARIO.- ¿Cómo? ¿Yo, un tarado?

SUSANA.- Y un pervertido, que no sólo me mirás a mí, sino a tu sobrina.

HUGO.- ¿A la nena también te la querés coger?

MARIO.- Yo no me quiero coger a nadie. (A Susana) Pero, ¿cómo que soy un tarado?

SUSANA.- Ah, lo de pervertido no te jode. Lo de tarado, sí.

MARIO.- ¿Hermano, me está insultando tu mujer y vos no decís nada?

HUGO.- (A Susana) Susana, pará un poco. Se quiere encamar con mi mujer y mi hija. De tarado no tiene nada. (A Mario) ¡Sos un hijo de puta!

MARIO.- Ustedes están locos. ¿No decía Susana recién en la mesa que había que sacar las cosas afuera, las cosa que tenemos ocultas, mordidas, atragantadas, secretas?

SUSANA.- (A Hugo, por Mario) Éste me mira porque soy linda y vos, en lugar de estar orgulloso, te ponés como loco.

MARIO.- Además, te hacés el loquito conmigo y con tu hijo te hacés el gil.

HUGO.- ¿Qué pasa con Roy? ¿Qué pasa?

SUSANA.- Eso ¿qué pasa?

MARIO.- Lo evidente pasa.

SUSANA.- No te hagás el enigmático.

HUGO.- Hablá. Digamos lo que haya que de decir. Todo. Lleguemos hasta el hueso. Al fondo.

MARIO.- El chico se trasviste todas las noches y ustedes lo siguen tratando como si nada.

HUGO.- ¿Qué decís?

SUSANA.- ¿Se qué?

MARIO.- Se trasviste.

SUSANA.- Difamador.

APAGÓN breve

ESCENA II

(Susana, Hugo y Mario parados alrededor de una silla en la que está sentado Roy, un joven de 25 años vestido y maquillado como una mujer)

HUGO.- A ver... empecemos de nuevo. Roy, ¿desde cuándo te gusta la ropa de mujer a vos?

SUSANA.- (Llora) No lo puedo creer.

MARIO.- Lo importante no es si le gusta lo ropa de mujer. Tu hijo es gay, Hugo.
HUGO.- (A Mario) Sos un animal. (A Roy que permanece callado) No lo escuches a tu tío. Tranquilizate. Decíme... vos... aparte de que te gusta vestirte de mujer...¿te gustan los hombres o esto es como una especie de vocación artística... como una forma de expresión... como esos tipos que se visten de algo y hacen de estatuas en la calle Florida?

MARIO.- Es gay, Hugo.

HUGO.- (A Mario) ¡Ya te escuché! Ahora callate un rato, querés. (A Roy) ¿Ubicás de lo que te hablo? Digo que tal vez te guste ser estatua... bah, hacer de estatua... vestido de mujer. Yo me acuerdo que lo de las estatuas empezó con algunos que se maquillaban de blanco y se ponían una sábana encima y nada más y ahora están muy producidos, con trajes de época y cosas por el estilo. ¿Querés ser actor vos o mimo en las plazas o algo así?

SUSANA.- (Sigue llorando) ¡Nuestro hijo es trolo, Hugo! ¡Hay que asumirlo! Trolo, gay...

MARIO.- (La interrumpe) Marica, pederasta, mariquita, mariposa, invertido, puto...

HUGO.- ¡Callate, querés! (A Roy, calmo) Decime, ¿es una etapa, se te va a pasar, es como un desafío? (Brutal) ¿¡Qué carajo!? ¡Decía algo, puto de mierda! (Le pega un cachetazo a Roy, que casi no acusa recibo) APAGON breve


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