Nací
en Buenos Aires un 12 de mayo, 4 días después del final de la Segunda
Guerra Mundial. 12 días antes de mi nacimiento, el 30 de abril,
Hitler se había suicidado en su bunker. Aunque no recuerdo mi nacimiento
sé con precisión que nací con una sonrisa. Es que nacer en un hogar judío en
esas horas de júbilo, con la sensación de que la mayor pesadilla de la
historia se había terminado, debe haberme parecido atractivo.
Fui
la hija mayor de un matrimonio entrañable y disparatado: Marcos y Berta. El, médico
pediatra, ella odontóloga.
La
rama paterna huyó de la persecución antisemita del Zar en Rusia, la materna de
la persecución antisemita en Viena.